Familia

Un brazo roto y la odisea de urgencias

2 marzo, 2017

Diagnóstico: fractura de radio, es decir un brazo roto. Eso dice el informe médico con el que salimos ayer del servicio de Urgencias del Hospital La Paz de Madrid. Una caída fortuita en el colegio pero con mala fortuna. Un accidente sin más, no hay que darle más vueltas. El resultado ha sido un hueso roto pero por fortuna no es grave y todo apunta a que no tendrá problemas en su recuperación. Eso sí, tenemos por delante un mes de yeso y algunas limitaciones, pecata minuta realmente porque no le imposibilita moverse y ser casi autónomo. Aunque durante este mes se acabó el fútbol (y el final de su liguilla del cole, ay pobre), se acabó la flauta (y el concierto de primavera de primeros de abril), ¡pero sobreviviremos! 😉

Cuando me llamaron del colegio informándome de la caída fui a recogerle y al verle supe que no se iba a quedar el tema en una contusión. Llamadlo olfato de madre, pero así fue. No estaba inflamado, no tenía hematoma, pero no me olía bien, así que según nos montamos en el coche puse rumbo al hospital. Entramos en las urgencias a las 12:30 de la mañana pero no salimos hasta seis horas después. Fueron horas agotadoras, con un niño dolorido, asustado, hambriento y una actitud por parte del personal del hospital lamentable.

El inicio

El diagnóstico inicial del pediatra de urgencias y las pruebas complementarias fueron bien, en un tiempo prudencial, con una espera razonable. Siempre digo que tenemos mucha suerte de contar con estupendos hospitales pero hay que tener paciencia para ser atendidos. Paciencia sí, pero siempre y cuando ofrezcan el servicio que todos los ciudadanos merecemos. El problema vino con el cambio de turno, llevo diez años lidiando con personal sanitario y me sé al dedillo sus costumbres y hasta sus «tretas» y cuando se acercan las tres de la tarde los más listos del lugar se escabullen de sus obligaciones. ¡Ojo! No todos son así, de hecho por fortuna solo un escaso número lo hace, pero cuando hablamos de hospitales y más si hay niños por medio, el mal se deja notar mucho. A las 14:45 horas el pediatra nos da el informe de «alta» del servicio infantil de urgencias con el diagnóstico de fractura de radio. Hay que poner escayola pero curiosamente Urgencias Infantil no tiene traumatólogo así que te derivan a Urgencias General, de adultos, a la otra ala del hospital para poner un puñetero yeso. Un celador es el encargado de trasladarte a la consulta donde te derivan, pero ay madre, se acerca la hora mágica y la celadora de turno que estaba ocupadísima en su mesa echando un vistazo al Hola (prometo que esto no es una exageración sino que es totalmente verídico) me dice que debemos esperar ‘un momento’ en la sala de espera. ¿Esperar a qué? Miré el reloj y me di cuenta. Me quedé en el pasillo mirando lo ocupada que se encontraba, pasando hoja tras hoja su revista. A los 10 minutos llegó su relevo y ella se fue tranquilamente con la música a otra parte, a su casa, se entiende. En esos diez minutos podía habernos llevado al servicio al que nos remitían y volver a su hora para finiquitar su turno, pero no lo hizo.

La segunda parte de la historia

Pasadas las tres de la tarde llegamos a Urgencias General donde el protocolo comenzó de nuevo, nos recepcionaron (de malos modos y dejándome con los papeles en la ventanilla sin saber que hacer) y nos volvieron a clasificar a pesar de llevar el informe, mandándonos a una sala de espera llena de adultos. Mi hijo llevaba ya tres horas en el hospital sujetándose el brazo, un brazo roto. A la hora y media de estar allí, con un niño angustiado, agotado y sin comer intenté preguntar y una enfermera me dijo que los médicos no estaban. No se había llamado a nadie a esa sala, misterios. A las cinco de la tarde me acerqué sin reparo alguno a la consulta y vi a dos médicos solos, cada uno en un ordenador, tranquilos. Pregunté sin apuro alguno si nos habían llamado y me respondieron sin mirarme a la cara y molestos por la interrupción que no, pero claro se dieron cuenta de que no era profesional admitir que en dos horas no habían llamado a ningún paciente, así que me preguntaron el nombre del niño para decirme de nuevo un no rotundo. Y allí siguieron a su aire. La enfermera me dijo después que se habían ido a comer cuando entraron en su turno. Hora y media de comida, más media hora de ponerse al día con sus historias o vete tu a saber. A las dos horas y cuarto de estar allí, la consulta 12 comenzaba a funcionar.

Entramos a las 17:30 de la tarde a la consulta de Traumatología, dos horas y media después de haber llegado allí y estuvimos dentro tres minutos. Entramos para que me dijera lo que yo llevaba puesto en el informe, que tenía fractura de radio y que le iban a escayolar. ¡¡¡No!!! ¿¿¿En serio??? Volvimos a la sala de espera y nos hicieron esperar otros cuarenta y cinco minutos antes de ser llamados a la sala de yesos. Al entrar vi a cinco personas allí, madre mía, ¿tanto personal es necesario para poner un puñetero yeso a un niño? Allí estaban dos auxiliares de enfermería, una enfermera, el médico que le puso la escayola y dos residentes. Por supuesto me pidieron que saliera, no me extraña, tanta gente en una sala tan pequeña….. Sinceramente más allá del médico y las residentes (se trata de un hospital universitario) no encuentro sentido a que tanto personal esté perdiendo el tiempo. Una vez puesto el yeso el médico le daba a mi hijo de 10 años las recomendaciones a seguir….. muy hábil. Ahí entré yo claro y le dije que igual era mejor que esas recomendaciones me las diera a mi, mejor que a un niño agotado y dolorido. Me miró mal, no creáis. No sé si porque no tenía ni pajolera idea de tratar con niños o sencillamente porque no le importaba un carajo el paciente que tenía delante. Pero esperad que ahí no acaba todo, salí con la indicación de pedir cita por teléfono para solicitar una revisión una semana después, la revisión llevaba también una radiografía. Según me dijo todo podía hacerlo llamando a ese número que figuraba en el informe….. pero no ha sido así. La llamada sólo ha servido para darnos cita con el traumatólogo, para la cita en rayos, hemos tenido que acudir al propio hospital.

Y este ha sido nuestro periplo por las urgencias hospitalarias de La Paz, un cúmulo de desatinos y malas prácticas por parte de algunos profesionales a los que les molesta cumplir con su obligación. Se dice que para trabajar en esto hay que tener empatía, o vocación, o buena voluntad, no sé…. creo que simplemente hay que cumplir con tu trabajo sin más. No aspiro a que me den cariño cuando voy al hospital, sólo deseo que cumplan con su función, pues con esa única premisa el servicio será bueno y la percepción del paciente también.

En resumen

  • Una celadora que se escaqueó de cumplir con su deber diez minutos antes de finalizar su turno.
  • Dos médicos que se fueron a comer nada más empezar su turno y se pasaron dos horas de reloj sin llamar a nadie a su consulta, ocasionando un importante colapso en la sala de espera.
  • Personal sanitario desocupado mirando como otros trabajan.
  • Personal administrativo maleducado y desconsiderado que te deja con la palabra en la boca para irse a hablar con el compañero, sin disimular tan siquiera.
  • Un médico que da indicaciones a un niño de diez años con un brazo roto en lugar de al adulto que le acompaña.
  • Un protocolo que obliga a ir de nuevo al hospital para pedir una triste cita…. en la era de internet.

No entiendo por qué nos quieren vender la patraña de que la Sanidad Pública funciona mal. No señores no, la Sanidad no funciona mal, son algunos mal llamados profesionales la que la empañan y empobrecen.

Eso sí, a pesar de que a las cinco de la tarde la sala de espera del servicio de Urgencias General estaba hasta la bandera, un conocido político madrileño entraba tan campante acompañado por su escolta y se dirigía directamente a una de las consultas. Uno que además se jacta de hablar mucho con el pueblo y escuchar sus necesidades. Quiero pensar que como escucha tanto a la gente, se lo querría contar a algún médico. No quisiera creer que utilizó su influencia y posición para saltarse a la torera horas de espera. No seamos mal pensados, ¿no?

Vamos a poner una queja

Está bien protestar pero lo más efectivo es quejarse por escrito para que se puedan tomar cartas en el asunto. De nada nos vale desahogarnos con el compañero o con nuestros amigos en Facebook, lo que debemos hacer es presentar siempre la queja correspondiente para que las malas prácticas puedan ser conocidas y subsanadas. En madrid.org además de encontrar toda la información necesaria sobre los servicios de atención al paciente de los diferentes hospitales de la Comunidad de Madrid, figura un formulario para enviar la queja de modo online. En este enlace podréis acceder a información general sobre quejas, reclamaciones y sugerencias y el formulario para presentar la queja.

 

En la imagen un niño agotado y con un brazo escayolado 🙂

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6 Comments

  • Reply El rincón de Mixka 2 marzo, 2017 at 19:55

    Deberíamos ejercer todos y todas nuestro derecho a quejarnos. Sobre todo cuando se trata de servicios públicos que pagamos de nuestros bolsillos con nuestros impuestos.

    Espero que no le de demasiada lata el brazo y se recupere pronto.

    Un besote.

  • Reply Mama Sin Red 3 marzo, 2017 at 06:43

    Es realmente indignante.y después los buenos médicos y enfermeros de vocación se tienen que ir fuera de España xk aki solo se contrata a gandules.No he tenido ni una sola buena experiencia con los servicios de urgencias, motivo por el cual, tras demasiados encuentros traumaticos. Hemos optado por la privada.y menuda diferencia. Un abrazo y espero que todo vaya bien

  • Reply Urban & Mom 4 marzo, 2017 at 07:35

    Si algo he aprendido es, en casos, como este (yo también me he chupado alguno) ir a atención al paciente y pedir una hoja de reclamaciones. Chíca, parece magia. Te la dan pero se esmeran ta yo para que no la pongas que parece que llevan comisión por queja no interpuesta.
    Difiero en una cosa, no es mala la SSocial, no son malos los médicos o enfermeras, es malo un sistema de Recursos Humanoa inexistente o viciado. En cualquier profesión o servicio.

  • Reply Urban & Mom 4 marzo, 2017 at 07:37

    Si algo he aprendido es, en casos, como este (yo también me he chupado alguno) es ir a atención al paciente y pedir una hoja de reclamaciones. Chica, parece magia. Te la dan, pero se esmeran tanto para que no la pongas, que parece que llevan comisión por queja no interpuesta.
    Difiero en una cosa, no es mala la SSocial, no son malos los médicos o enfermeras, es malo un sistema de Recursos Humanos inexistente o viciado en cualquier profesión o servicio.

  • Reply Nessa 4 marzo, 2017 at 23:21

    Ese tiempo de espera me suena muuuucho… No hace muchas semanas tuvimos que acudir de urgencia al hospital San Rafael, vamos, no sé x qué nos animamos a ir a ese hospital si ya con nuestro hijo mayor habíamos tenido una experiencia «regular», pero, mira, fuimos… Lo que tu dices, una hora y pico sin llamar a nadie. Y eso no es lo peor, es que tenías que esperar a valoración, luego esperar a la consulta,mcuando por regla general, según llegas valoran el estado del pequeño y ya ahí esperas según sea más o menos urgente. Aquí no, aquí esperas una eternidad simplemente para la primera valoración. Y ese no es público, es privado… Pero da igual… Y del Hospital del Henares no te quiero ni hablar…. Que le sea leve al peque y a vosotros ;).

  • Reply Chitin 6 marzo, 2017 at 17:06

    Lo primero, espero q el peque esté mejor.
    Según iba leyendo, pensaba en recomendarte que hicieras una queja por escrito. Desgraciadamente es cierto que nuestra Sanidad Pública no funciona mal, los q funcionan mal son algunos profesionales que están en ella. Yo he puesto un par de quejas y he de decir que la situación se ha solucionado satisfactoriamente. En las estadísticas e informes queda muy mal lo de las quejas y tienen que solucionarlas 🙂
    Siento que La Paz funcione así, aquí en Valladolid, el Hospital Clínico Universitario ha mejorado notablemente el Servicio de urgencias pediátricas, tanto las instalaciones como la atención del personal.
    Ya nos contarás como avanza el tema.

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