Deberes, un tema delicado con posturas encontradas incluso. Con fervientes defensores y críticos durísimos. Pero, ¿esto es cuestión de bandos? ¿Deberes sí o deberes no? Yo os voy a contar mi experiencia a ver qué os parece y por supuesto mi opinión.
Rayo está en 3º de Primaria, el curso maldito para muchos, o al menos eso me habían contado a mí. «Ya verás cuando llegue a 3º«, «frito va a estar a deberes«, «es que 3º es ya otra liga«. 1º y 2º de Primaria fueron como la seda. En 2º sí nos encontramos ya con algo de deberes, aunque poca cosa, ficha complementarias a lo dado en clase y no todos los días. Rayo lo resolvía bien y no le suponía mayor esfuerzo. Traía los libros para repasar exámenes de vez en cuando pero el mayor trabajo se realizaba en el aula, que es donde se debe hacer, por otro lado.
Y sí en 3º hemos visto un gran cambio, libros de texto más complejos y con mucha materia para dar, deberes diarios y sobre todo mucho que estudiar y muchos exámenes. Las primeras semanas lo notó, me decía que eso de estudiar a diario era muy duro, pero Rayo es un niño muy tenaz y asumió que era lo que tenía que hacer. Y entonces él solito trazó un plan: «si adelanto deberes en clase no tendré apenas trabajo para casa». Juro y perjuro que esta idea no ha sido mía, sino de él. Y eso hace, en el tiempo de trabajo de clase él adelanta deberes, de tal manera que para casa se deja algún ejercicio que le quede de alguna asignatura y estudiar. Esto significa que raro es el día que supera la media hora de dedicación en casa.
¿El colegio de mi hijo tiene pocos deberes? No, parece que tiene los mismos que otros centros. En la primera reunión del curso, en el mes de octubre, ya muchas familias se quejaban de la cantidad de tiempo que los niños dedicaban durante la tarde a los deberes. ¿Entonces? ¿Qué pasa con los deberes? ¿Son muchos o son pocos?, ¿en qué quedamos?
Los niños pasan, como poco, 5 horas en clase, eso sin tener en cuenta el tiempo de desayuno, la hora de la comida o incluso las actividades extraescolares a las que muchos acuden. Sinceramente pienso que ese tiempo, a estas edades, debería ser suficiente para cumplir con los objetivos marcados. Pero raro es el centro que no añade tiempo extra en forma de deberes. Si además esos deberes se convierten en copiar enunciados, cuidar la presentación, repetir o arrancar hojas en caso de no cumplir una serie de normas arcaicas…. los deberes acaban siendo un sufrimiento no sólo para el niño sino también para las familias.
¿Por qué unos niños tardan tanto y para otros no supone un problema? Debemos partir de la base que cada niño es diferente y a nuestro sistema educativo eso se le olvida. Pretende que todos pasen por el mismo aro sin tener en cuenta sus capacidades y necesidades. Por ejemplo, a Rayo los deberes que le ponen son adecuados a sus necesidades, no le llevan un tiempo excesivo, le permiten tener actividades fuera del horario escolar y no le restan tiempo de juego. Pero esa misma tarea para otro compañero puede ser exagerada. No se trata de que un niño sea más listo que otro, en absoluto, se trata de mucho más: desde motivación, pasando por el ambiente familiar, hasta cansancio de la pobre criatura o simple saturación. Los deberes deberían ponerse de modo individualizado y no general como se hace. Eso o no poner nada.
¿Tiene Rayo problemas con los deberes? Pues no, es más disfruta con ellos. Incluso me atrevería a decir que necesita tener esa responsabilidad añadida. Pero eso no significa que todos los niños deban tener la misma tarea que mi hijo. El secreto está en individualizar la enseñanza y no en pretender que sean borregos. De la misma manera que nos empeñamos y repetimos, cuando son bebés, en que respeten sus diferencias, ¿por qué ahora cuando van creciendo debe ser distinto?
La enseñanza debe ser flexible e individualizada, respetando los tiempos de cada niño y asumiendo sus diferencias. Y esto es lo que no se hace a día de hoy en los colegios.
¿A favor o en contra de los deberes? Mi experiencia no está siendo mala porque Rayo, como digo, necesita esas tareas añadidas. Pero eso no significa que me muestre a favor. A mi hijo los deberes le van bien pero a otros muchos niños no, eso significa que algo falla o que no funciona bien. Estaría a favor de tareas individualizadas según cada niño y según el trabajo del aula, si el profesor considerara que son necesarios para complementar lo aprendido. Y si los deberes pueden suponer más desventajas que beneficios planificar otras actuaciones con la familia para que el niño pueda alcanzar fácilmente los objetivos.
En definitiva, deberes no, sino planes individuales para cada alumno. ¿Es acaso mucho pedir?
¿Y vosotros? ¿cuál es vuestra opinión?
7 Comments
Planes individuales para cada alumno sería lo ideal, pero creo que sí es mucho pedir, dado lo saturado que está el profesorado. Así que para variar, los perjudicados por los problemas de los adultos son los niños. Siempre igual.
La verdad es que no sé cual es el motivo de los deberes. O, dicho de otro modo, ¿son necesarios? Y en ese caso habría que valorar: qué tipo de deberes, desde qué edad, en qué cantidad… Ciertamente conozco padres desesperados por los deberes de sus hijos (que, en ocasiones, deben hacer ellos mismos o, al menos, proporcionarles todos los materiales y guiarlos en el proceso. Básicamente lo mismo, vaya).
Ayer mismo leía una queja de una madre en un blog sobre la cantidad ingente de deberes de su hija ¡de cuatro años! Creo que es, en ocasiones, algo surrealista.
Personalmente, y por la parte que me atañe, lo que me preocupa es lo mal enfocada que veo la educación en los niveles más básicos. Mi hijastra, que siempre ha sido una niña muy curiosa a la que le encantaba compartir lo que aprendía en el cole, lleva una par de años (está en segundo de primaria) respondiendo con un sonoro ''bah'' cuando le preguntas por su día. El colegio, donde iba a aprender y que la emocionaba, ha pasado a ser su lugar de trabajo. Te habla de él con la misma emoción con la que mi marido me habla de su oficina. Y me da lástima, que el lugar que debería hacer crecer su imaginación y su capacidad de asombrarse sea el que la está matando.
Hola!
Yo pienso que los deberes individuales pensados para cada uno, sería lo ideal. Pero es un problema, porque el profesor no va a parar a pensar si uno necesitas más o menos o de que manera. Seamos sinceros, pocos los hacen.
Yo recuerdo ir cargada con los libros de aquí para allá porque cada día tenía una montaña de deberes y no me gustaban nada. No me motivaban y me los quería quitar cuanto antes de encima.
Creo que el sistema educativo cogea desde hace tiempo y las cosas no se arreglarán por muchos deberes que les mandes a los chicos.
Saludos
Completamente de acuerdo con la individualización. No es lo mismo un niño sin ningún problema que uno con deficit de atención…Como no es lo mismo un niño que tiene actividades hasta las 5 de la tarde con otro que llega a casa a las dos…Pero esta visto que eso es imposible y la tarea pasa a manos de los padres…Veo bien que participemos en la educación de nuestros hijos, pero lo que no veo tan bien es que algunos profesores para no atrasarse carguen de tarea a los niños.
Lo de culpar a los profesores de los deberes está muy de moda últimamente. Pero pidan al Ministerio que acorte los contenidos de las distintas materias, porque son de obligado cumplimiento, o sea que no queda más remedio que dar el temario que el Ministerio marca y que las CCAA amplían. Además, muchos padres y madres pretenden que sus hijos vayan a un colegio, a ser posible bilingüe (con la importante sobrecarga que esto supone) que hagan extraescolares, vayan a música, a la academia de inglés, los sábados a tenis o equitación y algunas cosas más. Y que además les sobre tiempo para "relajarse", jugar y disfrutar.
También pretenden que la escuela enseñe a nuestros hijos, aparte de Matemáticas, Inglés, Francés, Historia y demás asignaturas, valores éticos, educación vial, igualdad de hombres y mujeres, tecnologías de la información y la comunicación, pensamiento crítico, valores democráticos, que prevenga la xenofobia el racismo, la violencia de género, que fomente la educación ambiental y el reciclado…, y hasta que dé a conocer al alumnado de Primaria el Holocausto judío. Sí, no es broma, el currículo de Primaria lo incluye. En definitiva, que se les inculquen valores que muchos ni siquiera ven en su casa. Pedir peras al olmo es más fácil que pretender conseguir todo eso en 5 o 6 horas de clase y sin deberes.
Por otra parte, quieren deberes "individualizados". Les invito a que cualquier tarde de estas, además de su hijo (o dos, o tres hijos), junten en su casas a 30 o 35 niños de su misma edad y determinen las necesidades exactas de refuerzo y actividad que necesita cada uno. Sí, 30 o 35, porque el Ministerio, con sus recortes, subió la ratio. ¿De verdad pretenden que en 60 minutos de clase el profesor corrija los deberes individualizados, dé un repaso rápido a lo que explicó el día anterior, explique la materia nueva, haga ejercicios con los alumnos para comprobar si lo han entendido y ponga deberes individualizados a cada uno de esos alumnos, según su nivel de comprensión y sus características individuales? Por favor, sean realistas.
Perdón pero yo no culpo a los profesores, ¡pues sólo faltaba! Bastante tienen ellos, pobres, con tener que aceptar por narices los métodos y los programas educativos vigentes. Soy muy realista con lo que digo porque yo hablo con la profesora de mi hijo y ella adapta la materia en función de lo que tiene en clase. Insisto, sé muy bien de lo que hablo. Por supuesto no es fácil, y desde luego no siempre podrá hacerse, pero mejorar sí se puede y los buenos profesores lo hacen. Yo lo he visto, en la profesora de mi hijo de estos dos últimos años y en la que tuvo en el ciclo de infantil. Dos mujeres valiosísimas a las que tenemos gran cariño por su profesionalidad. Así que sí, se puede tratar a los niños de forma individual y atendiendo a sus necesidades específicas.
Muchas veces las tareas ayudan a los trabajadores a familiarizarse con el mundo real. Considero que las tareas valen mucho más que la enseñanza teórica puesto que es pura experiencia lo que obtienen.