Pandemia

Diario de una pandemia por coronavirus. Episodio 6. La curva

13 abril, 2020
la curva

Y tras cuatro semanas confinados en nuestras casas, al menos la gran mayoría, ¡la curva se aplana! Día a día nos hemos mantenido atentos al televisor y a la radio, pendientes de los datos de nuevos contagios, de altas y de fallecidos. Más de 17.000 muertes en España por culpa de un virus. Un virus que en el mes de enero veíamos como algo casi anecdótico al otro lado del mundo. Y que hoy ha doblegado al mundo. Nuestra vida ha cambiado, nuestro futuro inmediato también cambiará.

Día 33 #yomequedoencasa

Más de un mes encerrados en casa, saliendo a lo indispensable, cumpliendo estrictamente las normas de higiene y seguridad. Mi estado de miedo y alarma ha ido variando en estas semanas. Al principio el shock fue tremendo en el aspecto laboral. Después de lograr encauzar un pequeño proyecto personal, todo corría el peligro de venirse abajo. Mucho se perdió, otro tanto se anuló, facturaciones pospuestas, colaboraciones en stand by. La temporada de primavera se echaba a perder y no podíamos hacer nada salvo pedir las ayudas que ofrecían para autónomos y pymes. Y así lo hice. De dicha ayuda aún no sé nada. Y hoy mismo la persona que me asesora en temas fiscales me confirma cómo quedan mis impuestos del trimestre. Porque los autónomos tenemos que declarar cada trimestre el IVA. Pagar, pagar, pagar y pagar. Cuatro veces al año presentamos impuestos, más la declaración anual claro. Para una pequeña autónoma como yo, un suceso como el que estamos viviendo puede suponer una inestabilidad económica muy importante.

Todos tenemos derecho a flaquear

Confieso que eso me desestabilizó, mucho. Después de luchar durante meses para confirmar un proyecto, ¿todo se iba a perder? El miedo pudo conmigo y no es lo habitual, pero pudo. Me costó asumirlo, aceptarlo pero pude rehacerme no sin esfuerzo. Mucho esfuerzo, mucha tensión, algunas cuentas, reducir gastos, reorganizar la situación.

Después de unos días donde por fin pude analizar los daños y poner en marcha los planes de contingencia me sentí mucho más aliviada. Pero llegó otro miedo, el miedo al contagio. Ese miedo me llegó de sopetón y sin esperarlo. Soy de salud fuerte,  no suelo padecer catarros en invierno; cualquier dolencia logro superarla con poco esfuerzo. Siempre he dicho que mi sistema inmunitario es un roble. Pero soy población de riesgo, soy asmática. La realidad es que a día de hoy soy asmática sin sintomatología ni medicación. Mi «cura» ha sido el deporte. Desde que comencé a practicar deporte de manera regular y constante hace unos años, dejó de hacerme falta la medicación que tomaba.

Pero llegó el parón, y aunque en casa sigo practicando no es lo mismo. Las actividades de cardio no son suficientes. Y un día subiendo a casa de mi madre para llevarles su compra (4º piso sin ascensor) tuve una sensación que casi había olvidado, ¡¡fatiga!! Me faltaba el aire y jadeaba. Y entonces me di cuenta, sí efectivamente, soy población de riesgo. Mis bronquios no son mi punto fuerte precisamente.

Y de nuevo el miedo quiso comerme. ¿Qué pasaría si me contagio? ¿Y mi familia? ¿Y mi hijo? ¿Cómo atendería Agus su trabajo, al chico, las clases del insti, las comidas? ¿Cómo además se haría cargo de mi? Joder el miedo, qué mal compañero de viaje es. Que traicionero y ruín. Y de nuevo cerré los ojos e intenté ver que más cuidado que teníamos no podríamos tener. Y lo volví a aceptar. ¿Y si llegaba? Pues ya veríamos……

Esto costó más, porque esto les afectaba a ellos de una manera muy directa. Y, seamos honestos, un positivo en Covid19 no se sabe cómo va a evolucionar.

Y la curva empezó a aplanarse

Con las vacaciones de Semana Santa llegaron las noticias más esperadas. El porcentaje de nuevos contagios comenzó a descender. El número de fallecidos también. La curva se aplanaba….. Pero, ¡cuidado! no nos confiemos. Que los españoles somos mucho de venirnos arriba. El confinamiento continúa hasta el 26 de abril, aunque hoy se han incorporado los trabajadores no esenciales a sus puestos. Una medida muy criticada.

Ahora las mascarillas pasan a ser necesarias. Tengo mascarillas caseras, de tela, de momento es imposible conseguir otras. Dicen que para finales de semana estarán en las farmacias.

Solo pienso en cómo saldremos a la calle, como retomaremos la vida. Con mascarilla, sin tocar a tu gente, manteniendo videollamadas porque reunirse seguirá siendo peligroso. Y yo solo tengo ganas de salir corriendo y abrazar, besar, compartir, reír. Pero de momento toca hacerlo con tus compañeros de vida y con el resto de forma virtual.

Fin de vacaciones

Mañana retomamos la rutina completa, con el inicio de las clases «virtuales» y el estrés que lo acompaña. Toca repartirse las tareas del hogar, la labor de ser profesores de nuestro hijo, y compatibilizarlo con nuestros trabajos. Hay que tragar saliva para no escupir fuego a veces.

Agus sigue como si nada, ¡afortunadamente! Su teletrabajo es impecable y no hay variación a cuando están en la oficina. Mañana de nuevo toca la jornada maratoniana. Los profesores anuncian exámenes, tareas hasta el 26 de abril, ¿lo aguantaremos? ¿la lista de malas prácticas seguirá aumentando? Mañana hablamos de este otro tema mejor.

Esto cuentan los medios hoy

La curva se aplana pero el peligro sigue

Los contagios se reducen a niveles del 20 de marzo

Sanidad fija como objetivo semanal doblegar la curva de contagios

 

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