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Historia de mi Lactancia (II parte)

11 agosto, 2010
Superado el primer bache, todo fue sobre ruedas. Cuando mi niño recibió el alta y nos fuimos a casa, las cosas fueron muy bien. Mamaba a demanda, día y noche y sin ningún problema. No hubo grietas, dolores, molestias. Mis pechos rebosaban leche y mi niño disfrutaba al pecho. Solo una vez durante mi baja maternal tuve una pequeña amenaza de mastitis . Tal y como me dijo la matrona, esto podía suceder y sucedió. El pecho muy duro, enrojecido, dolorido y fiebre. ¿Qué hice?, lo que me dijo que hiciera, poner al niño al pecho hasta que sacara toda la leche y liberara los conductos. Dicho y hecho, esa misma noche ya me encontraba bien. Dolía, sí, pero pasó rápido. Nada de ir al médico, tomar antibiótico, nada de nada.
Por lo demás sin contratiempos. Llegaron sus 5 meses y yo tenía que volver al trabajo. Intenté darle biberones con mi leche para que mi madre, que sería quien se ocuparía de él en mis 5 horas de ausencia, pudiera dárselos. Pero no hubo forma. Jamás quiso probarlos. Así que pasamos al plan B, papillas. Con mi leche mi madre le hacía papillas ligeras que le iba dando con la cuchara. Antes de irme teta, después papillas y al regresar teta y más teta. Pensé que todo sería más difícil pero se adaptó bien.
En el trabajo mis pechos se hinchaban y llenaban de leche así que opté por llevarme una neverita, el sacaleches y los tarros herméticos. Y a la mitad de mi turno me bajaba a un baño , me sacaba mi leche, la guardaba en mi neverita y la llevaba a casa. No voy a entrar a contar los comentarios que oía, que no vienen al caso. Pero vamos, que nadie más que yo en esa empresa hizo eso. Y el 70% de los empleados éramos mujeres, y un número importante ya había sido madre o lo iba a ser. Yo fui la única que lucía sus pechos rebosantes de leche orgullosa. Claro, encima de que solo trabajaba 5 horas, necesitaba al menos media hora para vaciarlos…..
Esa leche la empleaba mi madre para las papillas. Así estuvimos mucho tiempo. Hasta que mis pechos ya no generaban tanta leche. Fue en Navidad cuando ya no hizo falta ir con la nevera a cuestas. Entonces las papillas se le hacían con leche de fórmula, pero fueron ya muy pocas.
Con la introducción de alimentos a partir de los 6 meses, empezó a mamar menos pero seguía mamando, sobre todo por la noche. Mamaba 2,3, 4 veces… según el día, y por la mañana antes de irme a trabajar. Se aferraba a la teta y con una manita me agarraba el pelo. Por aquel entonces llevaba el pelo muy largo y a mi hijo le encantaba acariciarmelo y agarrarlo mientras mamaba y me miraba, o mejor dicho nos mirábamos. Es manía se le ha quedado. Aún adora acariciarme el pelo, cuando está nervioso de hecho me abraza y me toca el pelo. Ni que decir tiene que dormía a mi lado en la cama, cuando quería cogía la teta, y cuando quería dormía. Fue una época muy dura, yo me levantaba a las 6.30 de la mañana. Y dormía la verdad muy poco.
A los cinco meses exactos le salieron de golpe los dos dientecitos de abajo, él se sentía raro, pero no hubo problema con la teta. Pero con la salida de los de arriba, un mes después, a veces se confundía (eso creo) y mordía un poco. Eso pasaba cuando estaba muy cansado y se enfadaba porque no agarraba el pezón como el quería. Tiraba de él hacia atrás, me agarraba con las manos y algo arañaba con los dientes, pero era muy leve.
Y ahí seguía yo, dando teta a diestro y siniestro. Y cumplió su primer año. Pero un día después sus problemas de salud regresaron, y la lactancia empezó a resentirse.

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11 Comments

  • Reply LAKY 13 agosto, 2010 at 07:39

    La pena que yo tengo es que a los 6 meses se me retiró la leche. Supongo que fue consecuencia de empezar a trabajar, no hacerme con el sacaleches, que el niño ya tomase frutas y papillas… Poco a poco se fue y la noche de Nochebuena fue la última vez que pude darle. Espero que esta vez pueda darle un poco más. Tengo que comprar un sacaleches mejor o con el que yo me haga mejor.
    Qué bonito es cuando tienes al bebé al pecho y los dos os miráis fijamente, vedad? Sólo por eso ya merece todo la pena!

  • Reply Una mamá (contra) corriente 13 agosto, 2010 at 07:52

    Una historia muy bonita, Belén.

  • Reply Arual 13 agosto, 2010 at 08:00

    Qué bonito! Tu historia me recuerda la mía, a mí me encantaba darle pecho a mi hijo, y de hecho se lo dí hasta los 15 meses encantada de la vida. Era fabuloso poder tener esos momentos tan mágicos con mi bebé, si alguna vez tengo otro hijo no dudaré en repetirlo. Yo tenía mucha leche y aunque al principio sí hubo grietas porque él tardó en saber agarrarse bien, y también una mastitis a los diez días de nacer él, lo superé todo con mucha paciencia y tranquilidad. Y bueno después fue todo rodado. Incluso al regresar al trabajo. Yo también trabajaba 5 horas de 9-2 y en la toma del medio mi suegra le daba bibe de leche de farmacia, y el resto de tomas leche de mi pecho. Los pechos hinchados los tuve sólo una semana pero enseguida se reguló el tema, y la toma de la media mañana se evaporó de mi pecho de una manera casi mágica, jeje! Él tomó exclusivamente leche hasta pasados los 6 meses y ahí en ese punto empecé con las papillas de cereales. Y poco a poco fui introduciendo todos los alimentos hasta que al final de la lactancia materna sólo tomaba pecho de noche antes de dormir y por la mañana en el desayuno.

  • Reply mamadejulio 13 agosto, 2010 at 08:12

    Muy bonito Belen, me alegra que hayas tenido una lactancia de la que guardas tan buenos recuerdos y tan prolongada.

  • Reply LadyA 13 agosto, 2010 at 08:19

    Preciosa historia. Me ha encantado lo del baño y el ser la única que iba con el sacaleches para arriba y para abajo…

  • Reply mama en alemania 13 agosto, 2010 at 10:00

    Muy bonita… 🙂

    Lo que me ha dejado con la intriga son los comentarios que te hacían en el trabajo… No era un 70% de mujeres? En teoría tendrían que ser comprensivos o animosos, no?

    Lo que no me parece nada bien, por cierto y perdón que lo diga, es tener que ir al baño a sacarse la leche. Entiendo que en una oficina, en tu mesa de trabajo, sacarse el pecho y el artefacto y ponerse a ordeñar, pues no es muy propio para el ambiente o lo que sea, pero… No había un despacho tranquilo o una sala de reuniones vacía donde pudieses ir un momento? Es que la imagen de una madre sentada en el váter sacándose leche me parece… no sé… no entiendo cómo no te ofrecieron otro sitio un poco más agradable…

  • Reply Belen Pardo 13 agosto, 2010 at 10:07

    Pues cierto es mama en alemania que en los meses que acudía yo a mi trabajo con mi sacaleches en mi neverita no me ofrecieron ningún espacio más íntimo y confortable para poder hacerlo. Lo sabía todo el mundo, mi jefa, mis compañeros, yo creo que se enteró hasta la gerente que estaba en otra sede….. Pero así siguió la cosa. Y claro, una se apaña como puede.

    Comentarios?? Todo eran sorpresas al ver lo que hacía. Y como mi hijo cumplía meses y yo seguía con las mismas prácticas pues me decían cosas del tipo: "pero aún sigues con el pecho??", "hija tanto esfuerzo, ¿merece la pena?". y bueno había un par de ellas que eran anti lactancia total y debía oir cosas como: "la teta!! el peor invento de la humanidad, qué horror, que cosa tan incómoda, el biberón lo mejor", y la otra recuerdo que una vez dijo: "hasta tuve que vendarme los pechos de la leche que tenía, pero me negué en rotundo a estar esclavizada!". Esto lo decían delante de mi que sabían que estaba lactando, y que estaba encantada.

    Como veís hay todo tipo de gente. Jamás me enzarcé con ellas en discutir, convencer o explicar. Mi opinión de ellas cambió radicalmente, eso sí. No lo pude evitar. Me dio la sensación de que carecían de sensibilidad alguna.

  • Reply mama en alemania 13 agosto, 2010 at 11:55

    Me sigue sin parecer bien… Tampoco digo que haga falta una sala de lactancia o algo así, ni siquiera hace falta ser un prolactancia para tener un poco de… sensibilidad? empatía? y ves a una mujer en esa situación, pues jo***, intentas que esté un poco más cómoda, no? Incluso podrías haber leído algún informe o algo mientras lo hacías, yo qué sé! Pero dejarte ahí en el baño es que me parece fatal… 🙁

  • Reply mama en alemania 13 agosto, 2010 at 11:57

    No me extraña que muchas mujeres se desanimen y se sientan humilladas con este tema cuando se reincorporan y lo abandonen, porque hay que tener muchas ganas y mucha fuerza para estar aguantando eso durante meses… Olé por tí, pero muy mal por la empresa… (lo siento, pero tenía que decirlo, es que no me entra en la cabeza y me consta que hay muchas empresas que hacen lo mismo… y encima la gente hace coñitas sobre la que está en el baño con el sacaleches…).

  • Reply Belen Pardo 15 agosto, 2010 at 08:26

    Tienes mucha razón Mamá en Alemania, la empresa no se portó muy allá. Como en tantas cosas hija mía. Y sí, estoy contigo que es normal que muchas mujeres se desanimen porque no fue fácil, y desde luego no era muy cómodo, porque incluso tenía que adaptar el horario de sacarme leche a reuniones, y demás. Fue complicado, no lo niego. Pero era una cuestión de orgullo, de no dejarme pisar, de conseguir que el bienestar de mi hijo estuviera por encima de estúpidas reuniones, informes y demás. Y lo conseguí. Y por eso me siento orgullosa.

  • Reply Caro 15 agosto, 2010 at 23:28

    Ole, Belén 🙂

    Me alegro INMENSO que disfrutárais de una lactancia tan maravillosa. Muy currada, como todo lo bueno de esta vida 🙂

    Y un ejemplo genial de que la vuelta al trabajo no tiene por qué ser sinónimo de destete siempre… si el horario es compatible y con un esfuerzo (como el tuyo, aunque obviamente deberían ponérnoslo más fácil en la logística!), se puede. Ya sois muchas las mujeres que conozco que siguen muchos meses 🙂 gracias por tu ejemplo, y por compartir tu experiencia, de verdad.

    Tienes todas las razones para sentirte muy orgullosa, claro que sí 🙂

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