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Hoy me voy a poner una medalla

5 abril, 2010
Hoy me voy a poner una medalla, una medalla por el trabajo bien hecho, una medalla por estar recogiendo los frutos de lo sembrado. Estoy contenta, hoy estoy contenta y orgullosa. Yo no suelo echarme flores a menudo, soy muy crítica conmigo misma, quizá en demasía. Mi marido y mi hermana me lo dicen muchas no, muchísimas veces. Quizá por eso siempre busco las vueltas a todo, porque soy muy perfeccionista. Pero hoy sí, hoy me voy a poner una medalla.

Muchas veces he dicho que mi hijo ha sido muy demandante, de personalidad firme y decidida, pero también muy exigente, no tenemos término medio. Para lo bueno y para lo malo nos vamos a los extremos. Para lo bueno, es el niño más cariñoso, sensible y apasionado que he visto nunca, os lo aseguro. Pero también es terco, exigente, rabioso y enfadica. Desde el día que nació ha sido así, ya me lo advirtió una enfermera de neonatos, qué ojo tuvo con él. No se equivocó. Y desde entonces he trabajado muchísimo, me he esforzado por entenderle, por aceptarle tal como es. Como definirle con una sola palabra ….. intenso, así es mi hijo.

Mi trabajo es por tanto hacerle encontrar la virtud del término medio, pero sin despreciar sus cualidades, que son muchas. Pero trabajo para que su personalidad arrolladora no le arrastre, para que toda la energía que lleva dentro (que según mi hermana, ni le cabe dentro) la sepa canalizar, para que su sensibilidad no le desborde.

Sé que puedo parecer exagerada, es posible. Quizás mis palabras lo sean, o mi manera de darme cuenta de cómo es mi pequeño. Otras madres se limitarían a dejarlo en manos del colegio y asumir que tienen un niño rebelde. Yo no, yo asumo enteramente mi papel no solo de madre, sino de educadora, de cuidadora, de todo. Porque mi niño es mi vida y no sería capaz de mirar hacia otro lado.

Las clases de música las empezamos este año, y después de varias semanas de no saber si se adaptaría o no (como el resto de sus compañeros) empezó a cogerle el gusto. Él siempre es desconfiado pero cuando conoce a una persona, la quiere hasta el aburrimiento. Y así sucedió con su primera profesora de música. Aprendió mucho con ella, yo estaba contentísima. Pero de repente, tras las vacaciones de Navidad, ella dejó el centro. La directorá me dijo que una nueva profesora la supliría, y ahí empezó mi temor. Los cambios, con lo mal que lo lleva. Y no me equivoqué, le costó muchísimo, incluso se negó a ir a las clases. Otra vez a empezar. Se sentía como engañado, él quería a su profe. De nuevo nuestras charlas, nuestros tratos, recompensas, todo de nuevo poco a poco. Pasamos unas semanas algo duras. Incluso la directora preocupada me dijo si podía hacer algo, son todas maravillosas. Y después de mucho trabajo hoy puedo decir que mi niño se queda con la boca abierta escuchando como su profesora toca la flauta travesera, la mira extasiado, la lleva cada semana un coche nuevo para contarle como se llama, habla de ella a cada momento. La mira con tanto cariño que hoy la pobre no ha podido contener la risa mientras tocaba, hasta la ha puesto nerviosa.
Estoy feliz, no lo puedo negar. Pronto deberemos elegir un instrumento, porque quiero que continúe con las clases de música, le gustan y me apetece darle la oportunidad de aprender, hasta donde él quiera. Y creo que será la flauta lo que elegirá.
Así que hoy me voy a poner una medalla, porque con mucha paciencia, constancia, y muchísimo amor mi niño está alcanzando ese punto medio, está consiguiendo saber dominar toda esa energía que le debe brotar de lo más profundo de su alma y la está aprendiendo a canalizar.
Cuando hemos salido de clase me ha visto tan contenta, y tan sonriente que se ha parado a mi lado y me ha dicho «mamá te quiero mucho». Aunque no me debería sorprender, porque me lo dice como unas treinta veces al día, pero cada vez que me lo dice me derrito.

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13 Comments

  • Reply Una mamá (contra) corriente 5 abril, 2010 at 18:32

    Qué bien, Belén. Me encanta, de verdad, me parece magnífico. Ojalá todos los padres del mundo se tomaran tan enserio el "trabajo". Eso que cuentas de las charlas…es genial, te mereces la medalla.

  • Reply Tifoidea 5 abril, 2010 at 20:26

    Una medalla no, tu te mereces una ensaladera como la del Roland Garros. Y es que en esto el resultado se ve con el tiempo.
    El trabajo hay que hacerlo desde pequeño.
    Yo a veces me preocupo mucho por cuando mi peque llegue a la temida adolescencia y siempre pienso, el trabajo hay que hacerlo ahora. Si lo hacemos bien ahora, cuando sea mayor se verá el resultado.

    Lo de los cambios de profes lo he vivido yo con mi peque. Cuando iba a la ludoteca hubo no solo un cambio si no dos y lo llevó fatal.
    Cuando empezó el colegio yo suplicaba para que en todo el tramo de infantil tuviera los mismos profesores y tuvimos suerte.
    Al cambiar a primaria pensaba que quizás le costaría adaptarse, pues tenia todos los profesores nuevos, y además no iban a pasar todas las clases como estaban sino que los habían redistribuido, así que el solo pasaba con seis compañeros de su clase anterior, pero ha sido asombroso como se ha adaptado, aquí ya se le nota la madurez, pero no solo no ha notado el cambio si no que yo le veo mas centrado y más feliz, porque se siente super mayor.

    —–
    http://lallavedelbaul.wordpress.com

  • Reply Belen Pardo 5 abril, 2010 at 20:37

    Gracias por vuestras palabras chicas, sois unos soles. Me sonrojo de verdad…. no acostumbro yo a recibir halagos y me da verguenza.

    Tifoidea me gusta que me cuentes cosas de tu hijo, más mayor que el mío. Supongo que la madurez se deja notar. A los tres años es todo un quiero y no puedo. Pero poco a poco la razón impera, y lo que con 3 años es un drama, con 6 es comprensible.
    Espero que mi hijo siga el ritmo del tuyo.
    Yo también me preocupo mucho por la adolescencia y por supuesto comparto el pensamiento de que el trabajo hay que hacerlo ahora, forjar bien los cimientos porque sino, ahí, cuando más volátiles son, cuando más riesgo corren, es cuando los puedes perder.

    Así que chicas, a trabajar se ha dicho, pero es un trabajo estupendo. Sarna con gusto ….

  • Reply Treintañera con hijo 5 abril, 2010 at 23:25

    Aunque llego un poco tarde, también mi enhorabuena Belén por ese "trabajo" tan bien hecho con tu hijo. Aunque a veces es dificil pero al final siempre recompensa.

  • Reply Mamareciente 6 abril, 2010 at 07:00

    Felicidades Belén. Seguro que no hay una satisfacción mayor en la vida. Bss.

  • Reply Magda Pérez Hervás 6 abril, 2010 at 07:53

    Muchisimas felicidades, aunque no creo que te las den nuestras palabras si no la gran recompensa que te ofrece tu pequeño.

    Teneis toda la razón con lo de los cimientos. Mi segundo siempre ha sido el tipico niño polar. Ya he comentado que me molesta que juzguen a los niños y regalen libremente calificativos. Yo como vosotras temo la adolescencia y ¡ya la tenemos ahí! jajaja. es un trabajo constante que comienza con una buena base, pero que jamas se ha de dejar. No se termina, en algunos momentos es un camino de rosas y en otros esas rosas no hacen mas que clavarte los pinchos. Pero merece la pena disfrutar de cada paso, contemplando los coloridos y los aromas.

  • Reply Belen Pardo 6 abril, 2010 at 13:34

    En mi caso Magda aún queda tiempo para la adolescencia, y aunque como he dicho, lo tengo en mente, ya sabes tu que bastantes cosas y cambios tengo ahora por delante, como para preocuparme del acné juvenil y sus consecuencias, je, je.
    Ánimo para ti guapa.

  • Reply sonia 6 abril, 2010 at 14:00

    Me has emocionado, yo también te pongo una medalla por madraza, por constante, por responsable y por razonable!! Qué difícil es saber entender a un hijo y respetar su forma de ser; tú lo haces y de forma admirable!! Me encanta y me tomo este post como pequeña/gran lección para mí, que me empeño en hacer que mis hijos sean lo que yo quiero que sean sin aceptar del todo su singularidad. Enhorabuena, mamá!!

  • Reply Belen Pardo 6 abril, 2010 at 14:11

    Sonia, me emociona como dices las cosas. Gracias.

  • Reply Anónimo 6 abril, 2010 at 15:10

    Qué bonito, Belén. qué forma más "emocionalmente inteligente" de entender la maternidad.

    ¿Puedo decir que "de mayor" quiero ser como tú?
    :-)))

    (M.)

  • Reply Caro 7 abril, 2010 at 07:38

    Olé, Belén!!! :)))

  • Reply ana maría 7 abril, 2010 at 11:31

    Enhorabuena! yo también te pongo una medallita, a ver si yo también consigo ser tan constante con el mio.

  • Reply mamadejulio 7 abril, 2010 at 20:36

    Me alegro q hayas conseguido tu proposito con constancia, paciencia y comprension hacia tu peque. Enhorabuena¡¡¡¡

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