Me gusta ver cómo una pareja se inicia en la aventura de la maternidad/paternidad. Es hermoso ver sus caras de emoción, sus ganas, sus sonrisas y su miedo. La responsabilidad de tener a una pequeña criatura entre sus brazos, saber que depende enteramente de ti y de lo que hagas, seamos honestos, ¡da vértigo!. Pero es tan maravilloso que con miedo, vértigo o incluso terror todos los padres/madres coinciden que es lo más increíble que han experimentado en sus vidas.
Pero, como en todo este tinglado de R-evolución familiar, tenemos muchas cosas que mejorar. Hoy me voy a centrar en cómo podemos ayudar a la mamá. Cuando una mujer está recién parida la costumbre es ir a visitarla, llenar la habitación del hospital de gente, cubrirla de regalos, piropos,…., y molestias. Sí, lo siento, visitar a una recién parida es molestar. O si lo queréis más suave es impedir la intimidad que esa mujer necesita en ese momento con su bebé.
Nada más parir una mujer necesita de silencio, tranquilidad, descanso, mimos. Y ahí en ese espacio solo tienen cabida el bebé y el padre de la criatura. Sé que sonará fatal, que la familia es importante y bla, bla, bla, bla. Pero la realidad es que con tu madre poniéndote bien el camisón para que no se te vea mucho la teta, tu suegra contándote sus cuatro partos a lo vivo y sin epidural, tu suegro mirando con espanto como te despelotas dejando las tetas fuera para que tu bebé se sirva, las visitas de la compañera de habitación (si no tienes la suerte de tener un cuarto para ti sola), y demás, muchas veces es imposible que una madre primeriza atine a hacer las cosas bien con su recién nacido.
En la mayoría de los casos los bebés, que son más listos que el hambre y se dejan llevar por su instinto, logran engancharse a la teta con avidez y les da igual todo lo demás. Pero en otras ocasiones no pueden: la familia gritando, tocándole, separándole de su madre, …., ¿quién puede iniciar una vida así?, ¡¡qué estrés!!.
Yo sé que la familia nos quiere, que su intención es buena, que están deseando ver y conocer al bebé, pero como ellos quieren lo mejor para la criatura, hay que explicarles que lo mejor es la tranquilidad, las voces bajitas, las visitas muy controladas y la soledad de la nueva familia.
Una mamá tranquila, sin consejos no pedidos, en un ambiente relajado, con su pareja como único testigo es la mejor manera para que un bebé conecte con su madre, con la teta, con la vida. Silencio, penumbra, tranquilidad, estos son los tres requisitos básicos, de entrada.
Ahí papá tiene una labor importante y dura que hacer, dar la cara. Es a él a quien le toca lidiar con familia y amigos, explicar cómo ha ido el parto o cesárea, tranquilizar, informar, atender el teléfono. Mamá solo debe dedicarse a la criatura. Esto es trabajo en equipo y la labor de papá en esos primeros días y semanas es fundamental, pues garantiza la seguridad, tranquilidad y bienestar de mamá y del bebé.
Lo mismo sucede al llegar a casa. Sé, por experiencia propia y por ver muchos casos de amigas y familia, que la casa se te llena de gente que se sienta en el sofá, y algunos para colmo se dan el lujo de regalas consejos poco oportunos. No, no, hay que ser firmes, visitas muy contadas y quien venga que aporte. ¿De verdad queréis ayudar?. Que los amigos y la familia lleven tuppers de comida a los papás recientes, que les ayuden en las tareas domésticas, la compra, o cualquier necesidad que tengan. Por suerte o desgracia muchos huirán despavoridos ante tales propuestas. Pero esa es la ayuda real que se necesita.
Hoy María en su blog Mi pequeño koala nos cuenta su experiencia, nos cuenta cómo inició la lactancia de su hija, lo mucho que su pareja y su madre la ayudaron, permitiendo que ella se dedicara por completo a su hija, pudiendo descansar, pudiendo lactar sin prisas, aprendiendo a conocer a su hija. Os recomiendo su lectura. Es una historia real, cercana de una madre, de una familia que ha triunfado con la lactancia y con una crianza consciente.
29 Comments
Más de acuerdo imposible!!! Nosotros decidimos hacer oídos sordos al timbre y al teléfono… así nos ha ido de bien. Después de una semana de nacido llegaron mi madre y mi hermano a conocer al peque y tengo que decir que lo que hizo mi madre es justo lo que necesitaba!!! Ella se encargaba de las tareas de la casa, de las comidas, de que todo estuviera a punto y de traerme lo que necesitara, así que un 10. Y mi chico lo mismo, solo que él tuvo que incorporarse a trabajar y claro, no había más tiempo… es una pena que las bajas paternales sean tan cortas!!
Muy buena entrada, para el próximo ya tengo claro lo que les voy a pedir a los amigos, que vengan a echarme un cable y se presenten con tortillas de patatas y croquetas!!
Besotes!!
No puedo estar más de acuerdo. Las visitas deberían estar prohibidas!
Como mucho las personas que van a ayudarte, el resto en casa y cuando todo esté más o menos acoplado.
Lo importante es que tu pareja te apoye.
Este post tuyo hoy debería publicarse en el Boletín Oficial del Estado.
Totalmente ok!!!
Ay nena que razón tienes. En mi caso mi familia política vino a casa todos los días durante diez días, TODOS LOS DÍAS, yo con los puntos, el cansancio, la depresión post parto y con mala cara, me preguntaban ¿Te encuentras mal? ¿No te fastidia? ¡Me encuentro mal porque no me dejais en paz! ¡Si es que venís a ver la tele! Aún hoy en día es un problema el acoso que mi familia política le hace a mi hijo. En breve tendré que dar un par de puñetazos en la mesa, lo estoy viendo…
Besos,
Cristina.
Nosotros tuvimos la suerte de que al nacer la gorda un 20 de agosto en Sevilla, la mayoria estaban de vacaciones, aún así los que estaban aqui fueron muy respetuosos y nos ayudaron mucho. Me gusta lo que comentas de pedir que colaboren a los que quieran venir a vernos, nuestros amigos no son de salir de ellos pero es verdad q algunos en cuanto les pides, te dan… Importantisimo que no se agobie a los papis y que puedan estar lo más relajados posibles, aprovechando para descansar en cuanto el bebé de la oportunidad… Yo estuve en una habitación compartida y pude comprobar como no se respetaba en absoluto a la mama, al nuevo bebé y en consecuencia a nosotros, tuvimos que avisar a las enfermeras de que desalojaran la habitación porque era insostenible… Gracias por la mención Belén, me ha emocionado muchisimo y sabes que gracias a todas vosotras sigo aprendiendo día a día. Gracias por todo
Qué razón tienes Belén!
Lo de las visitas en el hospital lo veo una aberración. La gente te inunda la habitación y te monta fiestas y tertulias sin tu consentimiento, sin importar lo más mínimo si estás o no para chácharas o si te apetece disfrutar de ese momento tan único a solas con tu marido y tu recién nacido.
La familia trata siempre de ayudar pero no se dan cuenta que a veces molestan, más que otra cosa, y es violento tener que recordárselo.
¡Qué importante es preservar la privacidad de los recientes padres! sobre todo si se quiere dar el pecho ayuda mucho el estar tranquilos y relajados
Cuánta razón. Se comprende que la familia esté deseosa de conocer al nuevo integrante y estaría muy bien si no fuera por que en la gran mayoría de los casos, lo que hacen es estorbar. Debería primar la tranquilidad del bebé y de la mamá, que aún han de hacerse el uno al otro y para ello es fundamental la labor del papá, como comentas.
Yo la verdad que no me quejo, los amigos en la clínica vinieron a darnos un beso y en cinco minutos se marcharon sin tener que decirles nada, los abuelos sí que nos dieron un poco más de guerra pero no mucha.
Es peor las visitas en casa, en mi opinión. Porque no sólo no saben irse sino que encima pretenden que les des de merendar.
Yo lo tengo claro, para la próxima vez a todo el que venga les diré dónde está el cesto de la plancha y mi nevera vacía. Eso sí que es ayuda.
Completamente deacuerdo. Muchas de las cosas que comentas nos las recomendó la matrona días antes de ponernos de parto, y la verdad es que intentamos seguirlas lo máximo posible por lo que nos fue bastatnte bien.
Bastante perdidas y cansadas llegamos a casa para encima hacer de anfitrionas…
Acabo de hablar con mi amiga, tiene un bebé de apenas 12 días, está agotada, dice que lo peor son las visitas, que cuando estasn solos los 3 las coas funcionan de maravilla y que ya ha tenido que llamar la atención a los abuelos porque van sin llamar y a horas poco apropiadas…. yo todavia no conozco al pequeño y asi seguiraá hasta después el verano, cuando ya tengan un rodaje amplio y esten más descansados
Ese tema a mí me tiene un poco de los nervios jajaja Y es que traer al primer nieto por ambos lados de la familia hace que ya te imagines las visitas en el hospital y en casa. Lo peor, que la familia de Alfonso grita mucho cuando se emociona ayayayayay… En fin, aún me quedan unos meses para mentalizarme…
Totalmente de acuerdo! Todavía no he tenido el gusto de ser madre pero me gustaría que aconteciesen los primeros días así, la pena es que mucha gente eso no lo entiende. Pero lo intentaré!
es hermoso lo q has dicho, tambien lo q ha dicho Maria en su blog. Ya me he paso a leerlo tambien
gracias por compartir
Es un tema complicado, porque la gente no concibe la idea de esperar un tiempo para conocer al nuevo miembro de la familia. Como padres, además de estar cansados, emocionados y desbordados por la situación, además hay que ser diplomáticos con la familia y los amigos. Y que no falten las pastitas y el café para las visitas a domicilio. Que mal me sabe todo esto. Cuando me llegue el turno a mí, creo que voy a quedar muy mal con la gente, pero sólo avisaré del nacimiento a los más allegados.
Me gusta lo que dices, y cómo lo dices. No puede ser más verdad.
La familia está deseosa de conocer al nuevo miembro, pero no sé dan cuenta de que los nuevos papás también, y a veces no se les deja.
Yo eché en falta un ratito de silencio, a solas con mi pequeño, conociéndonos.
No quiero soltar el rollo, así que me voy a mi blog a explicarlo con "pelos y señales", que tengo algo de veneno que repartir.
Os invito a leerlo.
Totalmente de acuerdo.
Si tengo un segundo hijo tengo muy claro que las visitas en el hospital van a ser con cuentagotas. Aprendemos con nuestros errores.
Las visitas en casa lo hicimos mejor y pedimos que nos dejasen dos semanas de margen para ir conociéndonos. Sólo venían mis padres y mi hermana, con tuppers y ofreciendose para ayudar limpiando o lo que fuera.
Lo que tampoco haré si tengo otro hijo es tener que ir nosotros de visita a casa de suegros y cuñados cuando lo que necesito es estar tranquilamente con mi hija.
Tienes toda la razón del mundo! Seguro que las abuelas cuando fueron madres también se sintieron así, pero qué rápido se les olvida a muchas después!
Me quedan menos de cuatro meses para tener a mi pitufa y me espanta la idea de tener a toda la familia metida en el hospital, la mía no me preocupa están lejos y no creo que vengan a primeras de cambio, pero la de mi marido vive demasiado cerca como para no ir al hospital, siendo adémás su primera nieta. He dado instrucciones al respecto, NO QUIERO VISITAS EN EL HOSPITAL, sin excepciones, pero no creo que atiendan a mis peticiones. Así que me estoy planteando seriamente avisarles del nacimiento a posteriori, aunque es una monstruosidad hacerlo, verdad?? otra opción es imprimir tu post y enviárselo de manera anónima.
Carol, qué bien lo organizásteis! Así debía ser siempre. Y sí, pídeles a los amigos que te hagan sus platos estrella y te los lleven en sus tuppers para cuando vayan a visitarte :)))) Besos para ti también.
Teta Reina, el papá tiene un papel fundamental e importantísimo en el nacimiento y el postparto. Sin ellos nos perderíamos en el volcán de hormonas, cambios y estrés al que nos vemos sometidas en los primeros momentos.
Arual, jajajajaja, eres un cielo. Besos.
Cristina, quizá yo sea muy drástica pero quienes mandan en vuestra casa sois tu pareja y tu, y si hay que dar un puñetazo en la mesa, más vale que sea cuanto antes. Si tienes otro hijo no dudes en hacer lo que tu consideres oportuno y mejor para todos vosotros. Más besos para ti.
María, tu post es estupendo, tu historia contando cómo lo hicisteis, maravillosa y real. En la blogosfera necesitamos estos testimonios reales, auténticos para que todas aprendamos y mejoremos. Un beso.
Silvia, a día de hoy yo me doy cuenta que el bienestar de mi hijo es lo más importante de todo, y si tuviera otro no me temblaría el pulso en echar a la gente de la habitación del hospital o de mi casa.
martach, claro que la familia desea conocer al bebé, pero si ellos no se dan cuenta de lo importante que es la intimidad en esos primeros momentos, hay que recordárselo, por muy mal que les siente. Y pedir tanto a familia como a amigos de confianza que echen una mano con algunas tareas domésticas es fundamental!! Y no nos debe dar verguenza alguna.
yahorapapas, sí algunas matronas lo recomiendan, porque bien saben ellas lo que sucede tras un nacimiento.
Tricius, pobre amiga tuya, …., dile que no se corte y ni conteste el teléfono ni abra la puerta.
Anuda, tienes aún tiempo, pero ya sabes mi consejo y el de muchas mamás que han pasado ya por ellos. NO te dejes!! Habla antes con ellos, pídeles respeto y tranquilidad, es importantísimo.
Nicamun, cuando suceda espero que nos lo cuentes 🙂
Mamá Blue!gracias ti guapa!!
Mama mimosa, claro es que van a visitar al recién nacido para que les den de merendar o de cenar si es menester, y eso no puede ser. Y sí, es mejor quedar mal que sentirte mal porque los tienes a todos ahí apilados en el sillón.
Nereites, Voy a leerte. Gracias por comentar.
Carol, efectivamente, aprendemos de nuestros errores, y estoy segura que con tu segundo hijo/a todo será más a tu gusto.
superamatxu, si es cierto que olvidan rápido, sí, jejeje.
Mysaring, sé firme en tus propósitos, lo más importante es el bienestar de tu nena. NO me parece monstruoso avisar un pelín tarde del nacimiento, cualquier enfado se pasará cuando vean la carita de tu pequeña.
Plas plas plas!!!! ¡Un fuerte aplauso! Estoy totalmente de acuerdo con todo lo que has dicho. Cuánta verdad en tan poco espacio, por Dios. A final de agosto un amigo especial va a ser padre y le tengo que explicar que no iré al hospital y que preferiré esperar un tiempo. Yo, como ya lo he pasado, sé lo que es. A mí también me revienta que vengan las visitas, se sienten y encima esperen que les saques tú las patatillas y las olivas!! Que se vayan a un restaurante, porras!!
Un saludo
Pues sí, pero mi historia es la contraria, como la de muchas, imagino. Una habitación individual (gracias a Dios) pero petada de gente hasta la bandera, echándose unas risas aquel sábado 3 de octubre que sólo les faltaba la litrona y el calimocho, tanta gente dentro que faltaba hasta el aire, importándoles un pito si a mi me dolía la cesárea o si llevaban dos o tres horas pegando el coñazo.
En cuanto a que el padre de la cara, sabes que estoy de acuerdo contigo, pero no espero tanto de mi churri. Hay gente que no sabe plantar cara a la familia ni a los amigos, qué le vamos a hacer… tampoco es que la familia ayude, ya sabes a lo que me refiero. Si yo a mis padres le digo tal o cual cosa, la entienden (o la encajan) y punto, pero otras familias montan la de Dios es Cristo y se lo toman como la peor afrenta de su vida.
Difícil tema el que planteas.
(¿Se me nota lo mucho que me hierve la sangre?).
misteriosa, gracias! y felicita de mi parte a ese amigo que próximamente se estrena como padre.
Mamá (contra) corriente, yo sé que no es fácil, ¡¡vaya si lo sé!!, pero el bienestar de un bebé y de una nueva familia es lo más importante. Y si parte de la familia o amigos se sienten ofendidos por algo como esto,…., tu ya me entiendes también 🙂 besos guapa.
Sólo digo que desde que nació la bruja he decidido no pisar ninguna habitación de hospital cuando nazca un bebé a no ser que sea realmente cercano, o un sobrino o el hijo de mis mejores amigas y siempre preguntando antes. Y eso que una de las ventajas de vivir en la C.A. más pequeña es tener habitaciones individuales en el hospital…
Qué recuerdos! Qué cóctel de emociones se viven esos primeros días. En cuanto al tema de las visitas, yo tuve mucha suerte, mi marido y mi familia estaban muy bien aleccionados y se encargaron de que mi pequico y yo tuviéramos esa tranquilidad e intimidad tan necesaria para poder conocernos.
lamamadeunabruja, si yo hubiera sabido entonces lo que sé ahora…. y eso que mi marido vetó la entrada a muuucha gente.
@Mousikh, los primeros días son tremendos en muchos sentidos. Me alegra que vosotros si pudiérais tener esa paz tan necesaria.
Uf, que momentazo el después… yo tuve la suerte de que mi matrona era muuuuuy sabia, e insistió mucho con este tema… con las visitas en el hospital y tambien con las visitas en casa… y para complementarla una buena amiga me aconsejó que los 15 primeros días pasara de todo el mundo, que bastante íbamos a tener…
Así que en el hospital yo estaba preparada para la que se venía encima, y además tuve "suerte", porque en general fueron muy respetuosos, mi nene se enganchó sin problemas y yo me sentía muy bien, así que aunque en los momentos de ponerlo a la teta me daba vergüenza, en realidad no me molestó nadie… Al llegar a casa avisamos a todas las amistades que por favor no vinieran por casa hasta que los avisáramos, que necesitábamos un par de semanas para adaptarnos a la nueva situación, y todo el mundo lo entendió. Así que gracias matrona y gracias María, vuestros consejos fueron de lo más acertados!
Estoy muy de acuerdo contigo, yo pasé mis 4 primeros días con demasiada gente, me tuvieron hablando todo el tiempo, se instalaron en la maternidad y en mi casa el día que llegamos.Lo pasé muy mal.
Me gustó que hablaras de esto.
Saludos!
anda que no nos costó horas de teléfono durante el parto para explicar que no queríamos visitas durante los primeros días y que el mejor regalo de nacimiento que nos podían hacer era lavar platos y traernos tuppers con comida…¡y al final lo conseguimos! 😉
hola a todos, estoy deacuerdo con este artículo, explica todo lo q yo pienso, q es razonable, pero mi marido le parece una locura, como no avisar o q no vayan, yo le estaba diciendo en el momento de la dilatación, no quiero ver a nadie esperando que?…. osea q vayan a conocer a la niña cuando ya haya nacido, y con la misma se larguen… Pero parece una locuara pedir eso…