Sin categoría

Respetar a los hijos

30 julio, 2011
Ileana puso esta frase recientemente en facebook:
‎»Cuando los demás esperan de nosotros que seamos como ellos quieren, nos obligan a destruir lo que realmente somos. Esa es una forma sutil de asesinato. La mayoría de los padres y familiares amorosos lo comete con una sonrisa en su rostro
(Jim Morrison)
La frase puede parecer exagerada, seguro que a muchos les resulta inapropiada pero reflexionemos sobre ella. ¿Realmente está fuera de lugar?. Estamos todos cansados de escuchar contar a padres orgullosos cómo han conseguido que sus hijos «sean buenos», unos utilizan castigos, otros amenazas, otros diálogo, pero se va llevando a los niños a un terreno donde no se les permite ser,…., como ellos desean.
Cuando mi hijo tenía dos años y pasamos aquella temporada tan dura pro-rabietas confieso que yo sufría mucho. Lloraba casi tanto como él, eran berrinches por todo, llegué a temer salir a la calle porque siempre acababa regresando con él arrastras, llorando a troche y moche y conmigo desconsolada y sin saber qué hacer. Me recuerdo a mi misma diciéndole cosas horribles: «pero por qué eres así, cuándo vas a cambiar, por qué no te portas como los demás niños«. Ahora me doy cuenta de que eso es horrible. Bien es cierto que no estaba en mi mejor momento, que mi peque pasó una crisis bastante importante. Pero ahora me doy cuenta de los errores que cometí.
Un día se me encendió una luz, encontré apoyo, me refugié en la red y obtuve la ayuda que necesitaba, que no era otra más que sentirme comprendida. Y fue entonces cuando entendí que mi hijo no tenía que cambiar. Él era así, y sigue siendo así,…, intenso. Tiene su peculiar y especial carácter. No es un niño «al uso», no es el niño afable al que cualquiera que llegue puede achuchar, pellizcar cachetes y besuquear. No es el niño que por ahí suele gustar. Y aunque yo sé de la nobleza de su corazón, de lo educadísimo que es, de lo cariñoso, maravilloso y …… Todas esas virtudes no son las que exhibe en muchas ocasiones. No sé si por timidez o por vergüenza o por falta de ganas, ese peque estupendo no suele salir a la luz muchas veces en público. Pero he comprendido que mi misión como madre es aceptarle, comprenderle y respetarle.
Me esfuerzo cada día por educarle, por sacar su mejor lado, su lado amable, cariñoso, afable, que es inmenso. Y lucho cada día con ese lado algo oscuro que a veces batalla con él. Pero obviamente no lo hago por los demás, lo hago por mi pequeño, para que sea más feliz, para que aprenda a vencer o a manejar esa intensidad de sentimientos que a veces le llena.
Y algo que parece tan obvio, tan evidente, me costó trabajo. Dicen que es de sabios admitir o rectificar errores. Yo erré pero también rectifiqué. Y de eso aprendí muchísimo. Aprendí de mi hijo que como siempre digo ha sido y es mi mejor maestro.
Curiosamente sus berrinches incontrolables se fueron reduciendo, mi ánimo cuándo estos se producían cambió mucho, mi actitud, mi comportamiento. Y nos fuimos retroalimentando el uno al otro.
Papá sin complejos siempre me decía que mi estado de ánimo tenía mucho que ver. Yo me enfadaba muchísimo porque me fastidiaba que algo así fuera cierto, tanta responsabilidad sobre mis hombros. Pero era cierto y tenía mucha razón.
Hoy acepto a mi hijo tal y como es, le respeto y le quiero por ello. ¿Perfecto? pues no, no lo es pero le adoro así. Su fondo, su corazón es fantástico. Si a alguien no le gusta el envoltorio, como dice mi niño «peor para él«.
Gracias Ileana por acercarme esta frase de Jim Morrison. Me ha hecho reflexionar un poco. Espero que yo con estas líneas también lo consiga con aquellos que me leáis.
Feliz fin de semana.

You Might Also Like

22 Comments

  • Reply Maria 30 julio, 2011 at 14:21

    Gracias a las dos, a ella por ponerla y a ti por darle otra vuelta de rosca y explicarnos como la sientes. Ya te he dicho alguna vez que el carácter de la gorda es también bastante peculiar, para mi es una niña genial, aventurera, curiosa, con personalidad, sabiendo lo que quiere, ama estar con su madre, su padre o su yaya… Pero a ojos de la gente es una niña "demasiado" inquieta, impertinente, saboria, enmadrada, caprichosa y con un carácter indomable… Ahora estamos empezando a pasar unas semanas complicadas, se frusta cuando no consigue algo, se enrabieta porque sí mi hija empieza a tener rabietas con apenas un año. Reconozco q hay momentos que los llevo mejor y otros peor pero vuestra experiencias, vuestros consejos e intentar un poquito de autocontrol me ayudan mucho a no perder los papeles cada vez. El otro día Gracciatta escribió una entrada maravillosa que me ayudo mucho… Muchas gracias Belen por esta entrada. Un besazo

  • Reply Nereites 30 julio, 2011 at 15:00

    De nuevo, me gusta lo que dices, y me parece apropiado.
    Respetar a los hijos, esto es lo único que yo pido. El primer mes, tuve una super crisis (hormonas, depresión post-parto, llámale como quieras) y lo único que pedí a toda la familia es que respetasen a mi hijo, su carácter, su tempo, que lo tratasen como la persona que es.
    Besos.

  • Reply Ana 30 julio, 2011 at 15:13

    Muchas gracias Belen, yo no la había leido y gracias a ti lo he hecho!

    Por cierto… tienes un premio en mi blog, pásate a recogerlo!

  • Reply misteriosa 30 julio, 2011 at 15:27

    Me ha encantado esta entrada. La verdad es que hay niños con el carácter más difícil, mi mayor lo es, y también he entendido que debo acompañarla en su descubrimiento de la vida, sin eliminar su carácter. Yo sé que tiene buen corazón y que es especial, y por eso siempre me tendrá a mí cuando nadie más la entienda (o la soporte).

    Un saludo!

  • Reply Madres cabreadas 30 julio, 2011 at 15:31

    Una gran verdad. El respeto es fundamental con los niños. Respeto a su carácter, a sus gustos, a sus disgustos… Muchas veces nos olvidamos de que son pequeñas personas con su propia identidad, y pretendemos anularon para que hagan o se porten como a nosotros nos apetece.
    Valiosa lección nos has dado. Gracias por compartir tu aprendizaje y por tu humildad.
    Eres una gran madre.
    Un beso

  • Reply Anónimo 30 julio, 2011 at 15:48

    me siento muy indentificada!
    muchas personas esperan que sus niños sean "igual" a todos, les enseñan a reprimir sus emociones…
    luego vienen la comparacion, oye tu niña si se porta mal, marece varon me dijeron una vez a mi!un dia que mi hija mayor se sentia enferma y estaba de muy mal humor.
    me gusto mucho el articulo, muy lindo.

  • Reply Maternarte 30 julio, 2011 at 19:47

    Coincido plenamente. Luego de pensar con el corazón, yo llegué a la misma conclusión. Mi hijo que ahora tiene dos años y cuatro meses es muy muy inquieto, se trepa a todo todo lo que encuentra, toca todo todo esté donde esté. Es muy difícil ir a cualquier lado con él, intentar cruzar unas palabras con alguien… y yo veo que hay otros niños que son super quietos, que casi no se mueven, que se quedan parados al lado de su mamá o papá… y después de pensar qué hacer con la situación decidí que voy a respetar su ser, su esencia. El fue así desde la panza, se movía todo el día de un modo tremendo. Mi hijo es muy buenito y tranquilo de carácter, pero super aguerrido y luchador para conseguir lo que quiere, esté en el estante más alto de la biblioteca, sobre la mesa, lo que sea. Y me encanta su actitud, de ver algo que quiere e ingeniarsela para conseguirlo, porque lo lleva al comportamiento de buscar y conseguir lo que quiere. Por eso, además de que me gusta como es, no le voy a "cortar las alas" para cambiarle su personalidad, su forma de ser… sería "matar" su ser! y lo amo como es, le guste a quien le guste 🙂 un abrazo!

  • Reply Maternarte 30 julio, 2011 at 20:19

    me encantó tu entrada! coincido con cada palabra! yo también creo que respetar a tu hijo (suelo decir "mirar a tu hijo") es respetar su ser único y original. Y para eso estamos las madres, para acompañar y nutrir el crecimiento en todos los sentidos

  • Reply bel 30 julio, 2011 at 21:23

    qué bonito lo que cuentas y cómo lo cuentas. la verdad es que al final, hay que aceptar a nuestros hijos tal y como son.

    mi madre siempre me decía que una madre sabe si su hijo es guapo, feo, bueno, malo, las virtudes, sus cosas malas… pero lo seguirá queriendo siempre.

    un besazo

  • Reply Anónimo 30 julio, 2011 at 21:46

    Gracias Belén!! Una vez mas debo decir que tus palabras y reflexiones me han ayudado muchisimo, amar y respetar a nuestros hijos es algo que parece tan natural pero la mayoría de las veces nos olvidamos de ello y nos equivocamos… pero como dices lo mejor es darse cuenta y corregirnos para amar aun mas a nuestros hijos!!
    Un beso
    Emily

  • Reply Mamá (contra) corriente 30 julio, 2011 at 22:33

    Sería más fácil para muchos si todos los niños fueran planos, uniformes. Pero yo no quiero eso para mi hijo ni tampoco para el tuyo, porque todas las personas somos distintas y no tenemos por qué moldearnos al gusto de lo que se espera de nosotros (por cierto, ¿quién definió cómo debían ser los niños y cómo no?).

    Es duro, muy duro, porque el entorno no ayuda nada. Pero no hay más que ver cómo estáis ahora para ver que es posible.

  • Reply Belen Pardo 31 julio, 2011 at 10:43

    María a veces es difícil. Una intenta hacer las cosas lo mejor que sabe o puede según el momento. Las personas del entorno en muchas ocasiones no lo facilitan, y si tu hija/o es de intenso temperamento menos aún. Por eso es mucho mejor partir de la base del respeto y la aceptación. Créeme se sufre mucho menos y se pasa mucho más de todo el mundo.

    Nereites, bravo por pedir eso a tu familia. Fuiste valiente, sobre todo si ese primer mes fue tan difícil para ti.

    Ana, gracias por el premio 🙂

    misteriosa, tenemos hijos muy parecidos entonces, maravillosos, inteligentes, especiales, sensibles, pero con un lado fuerte, severo, a veces durillo y otras tantas imposible. Tenemos una dura tarea por delante, enseñarles a controlar ese temperamento, pero sin anularlo. Pero como bien dices tu, también me tendrá a mi mi hijo en cualquier momento.

    Madres cabreadas, pues sí, son niños pero no por ello dejan de ser personas. Aunque sean muy pequeños tu carácter, personalidad y modo de ser están definidos, y por ello debemos respetarlos y acompañarlos en su desarrollo y crecimiento. En ningún caso imponerles. Gracias por tu comentario.

    Maternarte, disfruta de tu intenso pequeño y no dudes nunca de lo especial que es.

    bel, que bonitas palabras las de tu madre.

    Emily, gracias a ti. De los errores siempre sacamos conclusiones positivas.

    Mamá (contra) corriente, En la variedad está el gusto, verdad?. Haces una estupenda pregunta, ¿quién nos ha dicho cómo deben ser nuestros hijos?.

  • Reply Anónimo 31 julio, 2011 at 12:56

    Me ha encantado tu reflexión.
    Es nuestro trabajo de madres protegerles para que crezcan como son, no como deben ser para agradar al vecino.
    Ahora, es complicado no caer en ajustarles a nuestras expectativas y respetarles 100%.
    Abrazos!

  • Reply MAgiA DeL mOmEntO 31 julio, 2011 at 12:58

    upps! se me fue el dedo antes de firmar 😉

  • Reply lamamadeunabruja 31 julio, 2011 at 13:01

    Estoy muy de acuerdo contigo, cada uno d enuetsros hijos tiene un carácter diferente y tenemos que respetarlo aunque sea difícil. Algo relacionado con esto que me saca de mis casillas es cuando intentamos que un niño sea sumiso y obediente, que haga sin rechistar lo que sus padres mandan pero no queremos que sea un adulto "aborregado", cómo se come esto??

  • Reply Leia Organa 31 julio, 2011 at 22:27

    Es complicado… cirto es que cada niño nace con su personalidad ya definida, y que somos los padres al "educar" quienes castramos o potenciamos ciertos puntos.

    Pero creo que lo único que intentamos es que nuestros polluelos no tengan demasiados gavilanes acechando cuando decidan saltar del nido…

    El saber cambiar de mentalidad creo que es la lección más importante que nos enseñan nuestros hijos…

  • Reply Arual 1 agosto, 2011 at 08:45

    La frase de Morrison es muy buena gracias por compartirla.
    Aprender a respetar la forma de ser de los hijos forma parte de esta dura tarea de ser padres y no siempre se consigue así que enhorabuena. Yo todavía lucho por cambiar mi actitud!

  • Reply Caro 1 agosto, 2011 at 08:48

    Estoy de acuerdo en todo lo que dices, salvo en una cosa 🙂 yo sí que creo que tu hijo es perfecto TAL Y COMO ES. Y creo en el fondo, tú también lo crees (y si no, deberías creerlo!! :)))

    Si partes de la única verdad, o sea, que NADIE ES PERFECTO, tu hijo no lo será, como no lo eres tú, ni yo, ni mi hijo, ni NADIE (NADIE ES PERFECTO, no?). ¿Quién dice lo que es perfecto?. El 'niño perfecto' no es un niño real, es un gato de escayola.

    Creo que a veces nos cuesta aceptar a nuestros hijos por miedo a la crítica social. No solo a la que hagan de ellos, sino a la que nos hacen a nosotras a través de ellos. Que no sabemos educarles bien, que no les enderezamos, que no somos suficientemente autoritarias, que no que no que no…

    Si viviéramos en una sociedad respetuosa con el otro, esto no sucedería. Pero no es así. Y tenemos que luchar constantemente entre lo que nos dice nuestro corazón y lo que nos dice nuestra sociedad. Mi corazón me dice que es bueno que nuestros hijos sean abiertamente huraños con las personas que no les inspiran confianza. Ellos aún están libres de la hipocresía de las relaciones sociales, y se pueden guiar por su olfato. O por el de sus padres, de quienes sienten que sienten una cosa y dicen otra (¿Cómo maneja un niño que estemos charlando amablemente con una persona que en el fondo detestamos, e incluso tras haber expresado ese destestamiento en voz alta delante de ellos???). Cuando mi hijo no quiere besar a alguien cercano, a veces me siento muy incómoda. Porque como ser social, la norma dice que mi hijo tendría que ser 'educado' y hacer lo que le piden, quiera o no quiera. Y si quiero que le acepten, debería instarle a 'encajar'. Pero como madre, siento que él está en su derecho de hacer lo que le de la real gana. Pero si eso se lo digo a las personas que intentan sacar de él lo que sea (beso, abrazo, atención, palabras) soy tildada de asocial, y caerán sobre mi todo tipo de malos augurios sobre el futuro de mi pequeño. Y claro está, si un niño no aprende nuestra 'hipocresía social', al final acaba siendo un outsider. POrque aquí o juegas con la baraja de todos, o estás fuera.

    Yo también me he pillado muchas veces diciéndome a mi misma, y aún peor, a él ¡CUÁNDO VAS A CAMBIAR! antes sus muchísimas rabietas y cuajones varios… pero me he dado cuenta rápido de mi error. Es cansado batallar con una personalidad intensa, y a veces nos desborda (lo que yo veo totalmente lógico). Y en el fondo sé que yo no quiero que mi hijo cambie: quiero que la sociedad cambie. Y como la sociedad somos cada uno de nosotros… pues ya sé lo que me toca 🙂

  • Reply @Mousikh 1 agosto, 2011 at 12:28

    Gracias por la generosidad y humildad con la que compartes tu experiencia con nosotras. La verdad es que este es un tema bastante peliagudo, todos los papis primerizos tenemos miedo cómo influirán nuestros actos en el futuro de nuestros hijos, si seremos capaces de educarlos bien… Oímos todo el día a nuestro alrededor comentarios negativos sobre nuestros adolescentes, que si no tienen valores, que si son maleducados…y es inevitable pensar, yo no quiero que mi hijo sea así. Nos venden la disciplina férrea, como la solución a todo, pero se nos olvida que los niños son niños, no miniadultos y necesitan sus tiempos de maduración, pasan fases.
    Mi peque está empezando a dar muestras de su carácter y apunta maneras. Me gustaría ser capaz de canalizar su energía, ayudarle a superar su frustración, pero es inevitable sentirse un poco inseguro y cuestionarse uno a sí mismo, si lo está haciendo bien. Espero ir aprendiendo poco a poco. Gracias por tu ayuda.

  • Reply Belen Pardo 1 agosto, 2011 at 13:37

    MSgiA DeL mOmEntO, es complicadísimo no caer en las redes de "lo que todos esperan de ellos", eso lo sé mejor que nadie. Aún hoy, cuando he ido a la pelu, con él claro, he tenido que morderme la lengua. Se ha portado bien pero con sus momentos, pero claro si dos señoras no le dejan en paz, …, que queremos. Yo sé de sus fallos, pero también sé de lo pesada que es la gente.

    lamamadeunabruja, se come raro sí que es cierto. Pero de los niños se espera siempre que se queden en un rinconcito sin molestar, y entonces oirás alabanzas. Si juega, grita, protesta o se enfada, es decir, actúa como un niño normal, siempre verás las malas caras y escucharás comentarios tipo "qué mal te portas, qué malo eres, qué mal educado estás". Patético.

    Leia Organa, mi opinión es que si les educas basándote en el respeto, en cariño y la confianza, no habrá problema alguno para cuando llegue la hora de saltar del nido. A los niños solo hay que darles tiempo, no podemos pretender que con 4 años se porten de modo ideal en todas las situaciones.Paciencia, esa es la clave.

    Arual, yo sigo luchando, a ver que te piensas. La teoría es bonita, pero al final quien acaba recibiendo la presión social es mamá. Y créeme, la presión es dura de,…., narices, a veces. Pero mantengo el tipo, porque tengo clara mi posición y mis ideas.

    Caro, mi niño para mi es absoluta y maravillosamente perfecto. Y es lo que más quiero en este mundo. Fíjate como es la cosa que te pongo estas palabras y me estoy emocionando, casi llorando. Pero a pesar del inmenso amor que siento, reconozco que no es perfecto, más que nada porque no tiene que serlo, porque nadie lo somos, como bien dices. Cuando digo en el post "no es perfecto" me refiero a la perfección a la que aspira la sociedad o la gente de los niños. No, mi niño no es un niño de quedarse en un rinconcito callado y quieto. Me consta que los hay así, pero el mío no es.
    La crítica social es devastadora en ciertos momentos y a veces te arrastra. Después de mucho ir y venir, de mis errores, de ver cómo mi hijo madura y evoluciona, acepto su intensa personalidad, le respeto y le enseño a respetar, cosa importantísima. Yo solo espero de los demás lo que doy, es decir, respeto, pero es harto difícil conseguirlo.

    @Mousikh, a mi lo único que me ha funcionado siempre, ha sido el diálogo con mi hijo. Explicarle las cosas, hablar sin tapujos ni miedos, tratale como a un igual. Nos creemos que por ser niños son idiotas o algo así, ¡¡hablemos con nuestros hijos!!. MI hijo ha aprendido la importancia del diálogo de explicar las emociones, de superar los malos momentos hablando y compartiendo. Su primer impulso es tremendo, pero tras un minuto arrasador, el diálogo impera y podemos entendernos. Poco a poco, eso también viene con la edad, cuando maduran un poco. Pero respetemos sus tiempos, respetemos su carácter, y enseñémosles el camino a través de la conversación.Disciplina férrea, castigos, de nada valen, y sino prueba con tu hijo, él te irá guiando, y te irá enseñando el camino.

  • Reply Carol 1 agosto, 2011 at 14:04

    Muchas gracias Belen por compartir tu experiencia, porque se que me ayudará cuando me toque, y es que por mi forma de ser sé que lo voy a pasar mal y que tengo que ser yo quien cambie mi actitud para que todo vaya mejor.
    Me ha encantado la frase. Estoy muy de acuerdo con ella.

  • Reply Anónimo 1 agosto, 2011 at 14:30

    No podría estar más de acuerdo. Mi niño, como todos, tiene berrinches, algunos difíciles de controlar pero he aprendido a ser paciente, esperar y darle apoyo cuando lo necesita.
    Tambien estoy muy de acuerdo con Caro. Cuando le piden un beso, un abrazo o cualquier muestra de cariño y dice que no ¿Por qué debemos nosotras decirle anda nené dale un beso a tal…? Es que yo pienso que si no quiere dárselo que no se lo dé y punto. Supongo que tambien estoy muy influenciada por mi familia política que acosan al niño de tal manera que el pobre no sabe donde meterse para que lo dejen. A veces tambien pienso que por esta actitud de exigencia de gestos de cariño por parte de los mayores hacia los niños, estos dicen que no a todo por defecto y tampoco es bueno…
    Cristina.

  • Leave a Reply