Sin categoría

Síndrome de abstinencia

24 julio, 2013
Leía esta mañana bien temprano que el hijo de mi amiga Patricia tiene mamitis aguda. El peque tiene cuatro tiernos años y su única obsesión es mamá. ¿Y qué hay de malo? Pues nada, que puede haber de malo en que tu hijo te quiera tanto que te absorba toda la energía habida y por haber. A esa edad es como si regresara una necesidad férrea de contar con la principal figura de referencia: la madre. Necesitan seguridad, confianza, y todo ello es porque en ese momento hay un desarrollo brutal a todo nivel: físico, psicológico, emocional. 
Esto lo veo yo ahora desde la distancia. El paso del tiempo te da pespectiva. Porque cuando a una le chupan las fuerzas como seguro que le está pasando ahora a Patri ves poco o nada. Luego sí, luego te das cuenta del por qué, el cómo, el cuándo. 
Y yo que me he quejado tanto de la dependencia de Rayo, de su mamitis, de su no sin mi madre, ahora me da por quejarme de su independencia. ¿Qué os parece? Aunque parece que ha pasado una eternidad, no hace tanto no tenía intimidad ni para ir al baño, si me metía en la ducha, me visitaba para comprobar que todo iba bien -igual pensaba que podía escaparme por el desagüe-, le costaba irse con su padre sólo al parque, me echaba de menos si se iba con los abuelos. Todo eso pasó, todo eso ya no ocurre. Y yo, aunque parezca sorprendente, tengo síndrome de abstinencia
Rayo ya no me necesita como antes, ha desarrollado una magnífica relación con su padre, lo cual nos permite una crianza mucho más repartida y saludable para todos. Esto ha hecho que ese amor tan concentrado e intenso que me profesaba tiempo atrás ahora quede más equilibrado. Pero también significa que ahora yo tengo huecos vacíos y eso pasa factura. Ya no me llama sólo a mi en la noche, ya no me necesita sólo a mi si está malito, ya no hace falta que le bañe yo y solo yo, ya no pasa nada si yo no le doy el último beso de buenas noches….. ya no tiene mamitis. Pero yo me he acostumbrado, a pesar de las quejas, a esa necesidad, a esa unión, a ese sentir que aún conservábamos alguna especie de cordón umbilical. Ese cordón ahora se cortó. Estoy contenta, porque él poco a poco y a su ritmo ha ido desarrollando una independencia muy sana, es un niño con mucha seguridad y confianza en sí mimo. Y todo ello sabemos que es gracias a que su padre y yo hemos respetado sus tiempos. Pero oye, a las madres se nos queda cara de bobas cuando vemos que el primer beso de la mañana ya no te lo da a ti, o que al venir a nuestro cuarto, no se mete por tu lado de la cama sino por el de papá. Así somos nosotras, inconformistas…. quejas antes y quejas ahoras….. 😉 
Ahora me toca acostumbrarme a la nueva etapa, debo asumir que este niño ha crecido, que nos esperan cambios y novedades y que mi papel como madre ha cambiado. Cambia él, cambio yo… él marca el ritmo y yo le sigo, así funciona esto, ¿no?

You Might Also Like

16 Comments

  • Reply Historietas de mama 24 julio, 2013 at 06:26

    Efectivamente, la clave de nuestra relación con ellos es que los ritmos los marcan ellos. Disfruta ahora de esos ratitos de independencia, aunque entiendo perfectamente la morriña, supongo que costará acostumbrarse! Un beso!

  • Reply Mamá en camino 24 julio, 2013 at 06:40

    Y ahora yo me quejo porque nenita no quiere estar más que con su padre, y solo tiene 14 meses!! Los besos, para él. Las caricias para él…y yo, mientras le de teta todo bien, ella me ve solo cono eso, la teta. Ah! Y para llorar sí me llama.

  • Reply @Mousikh 24 julio, 2013 at 06:57

    Me pongo en tu pellejo y te entiendo perfectamente. Aunque a veces nos resulte agotador, tanto tiempo siendo su principal sostén emocional deja mella en nosotras y también tenemos que aprender a adaptarnos a la nueva situación. Él te quiere y te necesita igual que antes pero lo expresa de forma diferente. Un abrazo!

  • Reply Papalobo 24 julio, 2013 at 07:19

    Si es que el caso es quejarse, jajaja

    Yo estoy deseando que mi hijo coja un poco de mamitis, sólo un poco, jajaja

    Míralo por el lado bueno, ahora tienes un poco más de tiempo para ti 😉

  • Reply Cristina 24 julio, 2013 at 08:50

    Uff….. No quiero ni pensarlo…¡con la hijitis que tengo!!!!

  • Reply Alejandra BrazosyAbrazos 24 julio, 2013 at 09:45

    En ese aspecto las mamás somos un poco como el perro del hortelano, ni comemos ni dejamos comer. Cuando nos agobian porque nos agobian, cuando nos ignoran porque nos ignoran. Y es que en el fondo, por mucho que nos quejemos, necesitamos saber que somos imprescindibles para ellos. Un besote.

  • Reply TIKA 24 julio, 2013 at 10:59

    Mi niña en eso de la ….itis… esta muy repartida, es depende de como se despierte ese dia, pero reconozco que cuando le toca el dia de mama me encantaaaaaaa, eso si, tambien respiro cuando le toca a papa jejeje lo queremos todo!!!

    http://mirincondepensar-tika.blogspot.com.es/

  • Reply Amparo Calandín 24 julio, 2013 at 16:26

    Buenas tardes Belén te he otorgado el premio Liebster award desde mi blog http://coleparapadres.blogspot.com.es/. Felicidades por tu blog te sigo desde hace algún tiempo.

    Un saludo

  • Reply Sandra Ferrer 24 julio, 2013 at 16:39

    Qué bien lo has descrito. A mi me ha pasado algo similar con mi hijo mayor. Creo que la "separación" ha de ser así, de manera natural, aunque es verdad que las madres sentimos ese síndrome de abstinencia

  • Reply Mami Wendo 24 julio, 2013 at 17:11

    Supongo que también para nosotras es difícil aceptar que pasamos a un segundo plano! se que llegará el momento en que mi niña ya no quiera estar pegada a mi, mientras lo disfruto!

  • Reply Leia Organa 24 julio, 2013 at 19:18

    Yo estoy en esa etapa con Pequeñojedi, mamitis 100×100 y aunque reconozco que me gustaría ir al water sola o que no fuera mi hombro el que noche tras noche se descoyunta… me encanta!

    Pienso en los años pasados de cuna vacia y en los venideros de adolescencia e intento disfrutar del momento.

  • Reply La Gallina Pintadita Carmen 25 julio, 2013 at 00:54

    Anda que no. Así somos nostras…ni contigo ni sin ti. Se me hace duro eso que cuentas, a pesar de que ya lo estamos rozando…ainssss que se me hace grande
    Un besazo

  • Reply Mama medusi 25 julio, 2013 at 05:51

    Jeje precisamente acabo de pasad por "casa" de tu amiga para comentarla. Tenéis ambas los casos opuestos, y como le decía son etapas y creo que como tampoco dependen mucho de nosotras, tenemos que ver el lado positvo de cada una.
    Rayo se esta haciendo grande!
    Un abrazo

  • Reply Silvia 25 julio, 2013 at 06:24

    Yo aún no he pasado por nada de esto y re queda un tiempo, pero por no que leo creo que mejor noelo has podido hacer. Respetando sus ritmos has ayudado a que siente las bases sobre las que ahora camina seguro e independiente. Sólo puedo felicitarte por la gran madre que eres, el genial hijo que estáir criando y ánimo, llenarás esos huecos reestructurar no es cuestión de unos días 🙂 un abrazo grandísimo!

  • Reply unamamaenlaluna.com 25 julio, 2013 at 06:28

    Todavía no he llegado a ese punto, Hugo tiene 2 años y todo es mamá, mamá… pero te entiendo aun sin vivirlo porque cuando tiene algún día que le da por mirar solo a su padre le echo de menos! Un abrazo y felicidades por lo bien que lo habéis hecho

  • Reply Yo y mis mini yos 25 julio, 2013 at 06:29

    Jajaja! Es más bien el síndrome de Estocolmo! Creo que nos pasa a todas igual, por un lado cuando están todo el día encima de ti quieres que te dejen un ratito en paz, pero cuando ya son más independientes, se echa de menos! No tenemos remedio 🙂

  • Leave a Reply