Pandemia

Diario de una pandemia por coronavirus. Episodio 5. Enjaulada

1 abril, 2020
curva coronavirus

Aunque en mi último post hablaba de aceptación, la realidad es que no acepto nada de esto. Me está resultando muy difícil. Tengo síntomas propios de estrés. Me duele la cabeza habitualmente, no me apetece vestirme, he dejado de hacer ejercicio…. Intento esforzarme pero no me sale. No pasa nada, eso sí que lo acepto. Acepto que no me apetece, sin más y tampoco me fustigo ni una pizca. No voy a sentirme mal por sentirme mal. Sino esto ya sería doble salto mortal con cabriola.

En este momento aceptar que estoy triste y que me siento desganada ya es un triunfo. Ya llegará el día en que acepte estar enjaulada. De momento me cuesta, así son las cosas.

Día 21 #yomequedoencasa

21 días encerrada en casa, ¡será posible! Me remonto a mis embarazos, donde las horas y los días pasaban despacio atada a una cama. Eran otros tiempos, era un motivo diferente. Pero era una situación de encierro forzoso también.

Por no hablar de mi pesadumbre, analicemos lo que está pasando en nuestro país, que no es poco. La realidad es que se han destapado las verguenzas de nuestra sociedad y no son pocas:

  • una sanidad desgreñada.
  • un personal sanitario maltratado, mileurista y con contratos de mierda, aunque eso lo conocemos todos por mucho que se mire a otro lado.
  • un sistema educativo público deficiente, profesores no cualificados, desconocimiento del mundo online, brecha digital entre el profesorado… y podría seguir.
  • una panda de patriotas de pacotilla que lo único que hacen es incendiar, desunir y lanzar porquería porque sólo se miran el ombligo.
  • mucho aprovechado a nivel político, económico, social, periodístico….

No me toca a mi valorar si las cosas se han hecho mejor o peor. Porque a toro pasado es fácil evaluar y sobre todo juzgar. Hay que estar ahí y tomar la decisión cuando toca. Por poner algunos datos encima de la mesa, España tomó medidas cuando había 120 muertos. Otros países lo hicieron con las siguientes cifras: en Francia cuando había 148, en Italia 400, en el reino unido había casi 300 fallecidos cuando se implementaron medidas de confinamiento.

¿Qué se ha hecho mal?

Pues como en cualquier crisis hay cosas que se hacen bien y otras muchas son mejorables. Tocará hacer un ejercicio profundo de revisión en diversas áreas:

  • los científicos deberán evaluar todos los factores antes, durante y después de la crisis y ofrecernos conclusiones. Esperemos que esto sirva para preparar un detallado y completo protocolo de actuación para la próxima, porque habrá próxima. No nos olvidemos que la OMS ya ha avisado que esperan nuevos focos y apariciones de la enfermedad, igual en otoño….
  • los políticos que exhiban sus verguenzas, ¡todos! y se pongan delante de los ciudadanos: los que intentaron actuar, los que apoyaron, los que no, los que utilizaron la crisis sanitaria como arma política, los que pidieron que no se atendiera a la población inmigrante, los que querían que las empresas pudieran despedir a las personas infectadas de covid 19 que estaban de baja.
  • la ciudadanía, también tenemos mucho que revisar. Nos hemos convertido en viejas del visillo. Quizá debido a la insolidaridad de unos pocos, al miedo. Qué pasa con obedecer las indicaciones de las autoridades sanitarias, que esto parece ser un problema.Me hago una pregunta: ¿qué hubiera pasado si el 5 de marzo, por ejemplo, se hubiera prohibido acudir a manifestaciones, eventos deportivos, teatros, fútbol? Yo creo que todos coincidimos en que nadie hubiera hecho caso y se hubiera liado una buena.

La maldita curva

No conseguimos doblegar a la maldita curva, aunque la tendencia es ya a la baja. Por desgracia las cifras de muertos siguen helándonos la sangre. Y es que las personas que fallecen hoy han sido infectadas hace una o dos semanas. Aún tardaremos en ver como esa cifra se minimiza.

¿Cuánto queda? Queda mucho, queda por delante un mes de abril en la jaula. Mirando el sol por la ventana y soñando con lo que haremos cuando nos dejen salir. Sin darnos cuenta que el miedo, cuando logremos vencer, nos impedirá dar dos pasos sin sentir una punzada en el estómago. Ese miedo hará que la vuelta a la normalidad no sea tan dulce como hoy creemos. Porque aún tenemos que pasar semanas de encierro que nos afectarán emocionalmente. Todavía no podemos evaluar las consecuencias que todo esto nos dejará.

Qué cuenta la prensa

¿La culpa fue del 8M?

España supera los 100.000 contagios

El confinamiento puede haber salvado 16.000 vidas

Medidas económicas para autónomos

 

You Might Also Like

No Comments

Leave a Reply