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Educación, respeto y modales en el Centro Comercial

14 junio, 2010
El pasado sábado fuimos a un centro comercial a comprar ropa para todos. Lo hicimos después de darnos un atracón de costillas en un restaurante que mi hijo adora porque además de encantarle su comida, le dan globos, pinturas, muñecos…. Siempre hay un montón de niños, y no es de extrañar, los tratan de maravilla.

Mi hijo, a pesar de su edad, no suele perdonar las siestas, y cuando salimos a comer nos llevamos su silla de paseo (a pesar de que hace mucho no la usa), porque acepta sentarse en ella y se queda dormidito. Eso nos permite salir con un poquito de libertad y respertar sus horarios. Cuando llegamos al Centro Comercial ya iba en el coche dormidito, con su globo en ristre. Solo hubo que pasarle a su silla, no puso pegas y siguió durmiendo. Una vez allí y como íbamos con silla, cogimos el ascensor para subir. Fuera lucía un rótulo muy grande que decía: USO PREFERENTE y debajo el dibujo de una embarazada, un carrito y un anciano. Vamos quedaba claro. Con nosotros subía una pareja con 2 niños muy pequeños, aun sin carrito. A medio camino paran el ascensor, una pareja de unos cuarenta años con tres niños, de entre 8 y 12 años aproximadamente. De malas maneras entraron, se apelotonaron. En la planta siguiente pararon de nuevo el ascensor, una pareja con un carrito y se produjo la siguiente conversación, por llamarlo de algún modo:
Pareja fueradelascensor con carrito: – ¿No pueden subir por las escaleras mecánicas?, ¿es que no ven que es preferente para carritos?.
Padre de los tres niños en el ascensor: – Que si, que si, pues si quieres subir te esperas. ¡¡Jódete!!.
Madre de los tres niños en el ascensor: -JA, JA, JA, JA. Murmura.
Niños: – JA, JA, JA.
Mi marido empieza a echar humo por las orejas, le pido que se calme, les mira fulminándolos. Pero no permito que entre a discutir con semejante energúnemo.
El energúmeno, no contento con su actuación anterior, sigue con su discurso.

Padre de los tres niños en el ascensor: – A lo mejor quería que me bajase yo para que suba ella, no te jode. Pobrecita, que tiene un bebé. Que se joda. A mi me han dado mucho por el culo y tengo tres.Madre de los tres niños en el ascensor: Se ríe mirando a su marido con orgullo. Niños: – Que se jodan.Sujeto de nuevo a mi marido. No tiene sentido enzarzarse en una discusión con semejante bicho, lo único que puede conseguir es armar el escándalo padre, que nuestro hijo lo presencie, y no valdrá para nada.Esa es la conversación de una familia de aspecto normal, bien parecidos, bien vestidos, que seguro pasarán por una familia modelo en otras circunstancias… o puede que no.Esos son los modales, la educación, el respeto, las palabrotas, que esos padres enseñan a esos hijos. Luego nos quejaremos de tener adolescentes irrespetuosos, maleducados, que insultan, que no se dirigen a sus mayores de buenas maneras, que les importa todo un comino. ¿Realmente será culpa de esos críos? A mi me da que no, que ese energúmeno que tienen por padre les está educando de la peor manera que a mi se me ocurre. Pero la educación brilla por su ausencia en todo momento, hacía mucho que no iba con la silla del peque por un centro comercial, iba sorteando no baches, sino personas que se ponían en mi camino sin importarles las maniobras que me fueran necesarias hacer, una señora bastante gruesa que le importó un comino dar en la pierna de mi hijo con su bolso, casi tan grande como ella, por no apartarse un poquitín, una cafetería permitiendo fumar en el interior del centro comercial al lado de un cartel de prohibido fumar.¿Para qué queremos normas?, ¿para qué sirven?, no valen para nada. Y me pregunto si esto pasa en esta gran ciudad que es Madrid o también ocurre en ciudades pequeñas o pueblos donde se supone que el ritmo de vida es más pausado. Y para esto os necesito a vosotros, a quienes me leáis, quienes viváis fuera de esta ciudad que cada día detesto más. ¿En vuestros pueblos o ciudades ocurre esto?, ¿notáis esta falta de modales y de buenas maneras de la que hablo?.

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20 Comments

  • Reply Mamareciente 14 junio, 2010 at 14:36

    Sencillamente, FLIPO!!!! A veces me parece que lo de educar es difícl, y probablemente lo es, pero vamos, viendo estos ejemplos es complicado hacerlo tan mal.Cómo va a educar un padre si el mismo no sabe qué es la educación. Con padres así, qué podemos esperar de los hijos? Me parece tremendo.Me da rabia y siento impotencia, pq con estas personas poco se puede hacer, no?

  • Reply Belen Pardo 14 junio, 2010 at 14:38

    Yo también sentí eso, rabia e impotencia. Pero ¿qué haces?, si le hubiera dejado mi marido le hubiera dicho cuatro frescas, pero ¿qué hubieramos conseguido?, con semejante energúmeno, poco menos le suelta un guantazo. Espero que esto sea un caso extremo, pero nos quedamos tan alucinados, que tenía que contarlo.

  • Reply Treintañera con hijo 14 junio, 2010 at 14:44

    Me imagino que personas con educación y sin educación hay en todos los sitios sean ciudades grandes o pequeña, pueblos…
    Desde luego que menudo ejemplo para sus hijos, y encima se setiría orgulloso de ello.

  • Reply Una mamá (contra) corriente 14 junio, 2010 at 14:51

    Por desgracia, no puedo decir que flipo porque yo lo sufro en mis propias carnes. Todavía no me ha tocado que nadie me diga a la cara que me joda pero lo veo en sus miradas cuando no me ceden el paso, cuando me hacen dar un rodeo o cuando me atizan con el bolso. Y, como te ocurrió a ti, Belén, muchas veces estas cosas vienen de gente que va con niños, a los que les dan un grandioso ejemplo.

    De todas formas, el uso del ascensor en los centros comerciales está muy mal regulado en las horas puntas, porque la gente no respeta nada. La verdad, no sé por qué la gente que no tiene dificultades de movilidad usa el ascensor, cuando yo no tenía hijos nunca se me hubiera ocurrido, vamos, es que ni sabía dónde estaban.

    Menos mal que esto es como todo, de vez en cuando te encuentras gente maja. Yo, cada vez que topo con algún obstáculo insalvable con el carrito del niño, casi siempre me encuentro con alguien dispuesto a ayudarme. Y, visto lo visto, casi me dan ganas de correr a abrazarles!!

  • Reply Papalobo 14 junio, 2010 at 15:10

    O los que se colocan justo en la salida del ascensor, no vaya a ser que alguien les quite el sitio. El problema es que nunca me acuerdo de entrar y dejar preparado el carro delante de mí para salir y así usarlo de ariete. Voy a ver si un día le instalo unas cuchillas o algo así, jajaa

    Y no se que decirte, con eso de que no sirva de nada decirles algo. Yo creo que lo que no sirve es callarse y que ellos entiendan que llevan razón

  • Reply eltauromquico 14 junio, 2010 at 15:24

    Todos somos maleducados y todos nos creemos los reyes de la creacion y no respetamos a nadie.
    Y por que somos asi??? Porque la gente que nos rodea actua de la misma forma, es una especie de autodefensa. Que es mala, ¡es verdad! Enseñamos a nuestros hijos lo que nuestros padres nos enseñaron: ¡nunca permitas que te avasallen! Al insulto responde con un puñete. ¿Acaso su esposo no estaba pronto para golpear? Asi somos todos y ne le echemos la culpa al vecino. un abrazo

  • Reply Nuria 14 junio, 2010 at 15:40

    Yo también creo que gente maleducada hay en todos sitios lo único que pasa es que en las grandes ciudades supongo que se dará una mayor concentración. No estoy de acuerdo con eltauromquico ni tampoco creo que el marido de Belén fuese a reaccionar a golpes, aunque no le conozco. No todos somos iguales, afortunadamente.

  • Reply Chelo 14 junio, 2010 at 15:57

    pues que fuerte, claro, que así de mal educados serán sus hijos… a mi me ha pasado muchas veces en el metro, vas a pillar el ascensor y tienes que esperar porque s ellega de vagos, y yo pienso, pero si las escaleras son mecánicas!!! en fin, esto de la educación es un tema que me pone mala…

  • Reply Tifoidea 14 junio, 2010 at 16:20

    Yo no creo que ante esta situación hubiera podido frenar a mi marido o el hubiera podido frenarme a mi. Seguramente les hubiera dicho un par de cositas. O simplemente repasar con mi peque las normás de civismo más elementales en voz alta, eso lo suelo hacer mucho, así sin apuntar a nadie.
    El problema es que estas cosas pasan. Cuando estaba embarazada por ejemplo, solo me han cedido el asiento una vez (en nueve meses una vez, ya está bien) y por supuesto no fue ninguna mujer, fue un chico jovencito con pintas de rapero que nada más verme con el considerable bombo se levantó y me dijo que por favor me sentara, por cierto era sudamericano, para que nos vayamos cargando los tópicos. Que luego siempre achacamos conductas indeseables a los mismos y resulta que en la realidad no es así. A veces el acto de buena educación te llega de quien en principio puede que no lo esperes (dichosos prejuicios) y luego los que van con pinta de normales son los peores.
    Pero también pienso que en esta vida hay de todo y que en todas partes cuecen habas. Nos llama la atención siempre los casos negativos, pero quizás por cada gilipollas como este del ascensor que has comentado hay 10 padres de familia que respetan las normas, pero a esos no se les ve porque seguramente estaban subiendo por las escaleras XDDD
    Si es cierto que hay mucha mala educación, pero no doy todo por perdido. Estoy en plan optimista. XD

    —-
    http://escalpeloliterario.wordpress.com/
    http://lallavedelbaul.wordpress.com/

  • Reply Belen Pardo 14 junio, 2010 at 16:44

    Efectivamente como decís por cada elemento de estos hay 10 padres ejemplares o que al menos se esfuerzan en cometer el menor número de errores posibles. Al menos me encuentro con personas tanto en la red como fuera de ella que intentan educar a sus hijos lo mejor que saben y pueden. Pero es que casos como este claman al cielo.

    Y no tauromquico mi marido jamás alzaría la mano a nadie, porque ante todo es una persona educada y correcta. Lo que quería era echarle del ascensor para que esa pareja con su carrito subiera, y decirle que se comportaba como un miserable por no cederle el sitio. Jamás le pegaría y nosotros no enseñamos a nuestro hijo si te pegan, tu más. A lo mejor somos los raros, o los menos, no sé. Pero creo o quiero creer que estoy inculcando otros valores a mi hijo. Tienes razón Nuria, no todos somos iguales.

    Tifoidea si paré a mi marido o no hice yo misma ningún comentario es por no dar un bochornoso espectaculo delante de niños muy pequeños, la verdad. Con semejante elemento las voces aparecerían enseguida y no tenía yo necesidad. Pero sí, si todos nos pusiéramos duros con ese tipo de personas a lo mejor se le quitaban las ganas de comportarse de esa manera.

  • Reply Mayo 14 junio, 2010 at 16:52

    Vivo no sólo fuera de Madrid, sino fuera de España y pienso que cada lugar es distinto y que cada situación es distinta. Pero energúmenos como los que cuentas hay repartidos en todo el planeta. Por aquí ni te ceden un asiento a ancianos y mujeres con niños, ni qué decir de las cajas de pago preferenciales en donde el letrerito azul no significa nada.
    Vi una vez una mamá que tenía un niño queriendo acariciar un perro. La mamá al ver perro callejero no se alejó, sino que le dijo al niño que lo pateara porque los perros muerden, y con cada patada había un "bravo" y mcuhas risas por parte de la madre. Grrrr, grrrrr Es que la educación va de caída, y nosotros que somos los primeros y más importantes profesores debemos concientizarnos para dar un mejor ejemplo de lo que queramos que nuestros hijos sean en un futuro.
    Es muy importante la entrada de hoy.

  • Reply LAKY 14 junio, 2010 at 16:52

    Yo tampoco creo que hubiese podido frenar a mi marido, le hubiese soltado cuatro frases bien dichas, seguro. Pero no hubiese servido para nada, salvo para que el otro se hubiese sentido provocado y justificado para iniciar una pelea.
    Lo triste es que eso ocurra delante de menores, a los que se supone deseas educar.
    También creo que en todos los sitios cuecen habas. Mi ciudad es pequeña e igual no hay tanta concentración de gente. Pero, por ejemplo, ahora que estoy embarazada y es evidente, nadie se ha levantado nunca para cederme el sitio en el autobús. Y eso que me pongo delante de los sitios reservados a embarazadas, ancianos y personas con niños en brazos. Si fuese de otra forma, les diría que me se levantasen y me dejasen su sitio, pero no me atrevo…

  • Reply Belen Pardo 14 junio, 2010 at 16:57

    Gracias por tus palabras Mayo.
    Laky, y que consigo gritando a ese tipejo, primero que mi hijo despierte de su plácido sueño que nos permitió salir a los tres juntos y disfrutar después (tras el sueño reparador) de una tarde estupenda. Y que los otros dos niños pequeñines que iban en el ascensor presencien una escena nada agradable. Eso es lo que trato de explicaros, que si sirve de algo, si consigo algo, soy la primera que le exijo a ese tipo respeto, pero como lo único que voy a conseguir va a ser empeorar la situación prefiero callarme.

  • Reply yomisma 14 junio, 2010 at 18:23

    Muy buena entrada. Has reflejado lo que siento cada vez que salgo de casa. Es continuo, las faltas de respeto, tirar la basura a la acera, los gritos a los niñ@s, fumar en el parque infantil, etc. Y una cargándose cada vez más, y esa gente más ancha que pancha. Ya alguna vez voy diciendo algo muy correctamente, o recojo discretamente lo que otro ha tirado, a ver si lo van pillando… Es que vuelvo a casa enferma. Y la niña todavía tiene 18 meses, pero cuando sea un pizco mayor, ¿Cómo se lo explicamos?

    saludos

  • Reply Belén 14 junio, 2010 at 20:17

    Hay gente maleducada y poco solidaria, en Madrid, aquí y en la conchinchina.

    A mi del ascensor nunca me ha pasado, porque aquí no hay, lo que si hay son inmensas escaleras para entrar a todos los organismos públicos y centros y tan solo una vez en los 9 meses que tiene sara, me han ayudado a subir el carrito.

    La gente pasa del tema, les importa un pimiento que estes cargada de bolsas, con el bolso, intentando abrir la puerta y con un capazo de bebe. Algunos se quedan mirando pero nadie se "pringa"….

    En fin… educacion que se llama, y en los tiempos que corren falta muchhhhisima…

  • Reply mama en alemania 14 junio, 2010 at 20:44

    Bueeeno, sí unos maleducados y además unos groseros.

    En Alemania las normas son sagradas, pero maleducados son un rato igualmente. Aquí en vez de decirte que te jod**, te registran la basura tus vecinos, para ver si has separado bien los huesos de pollo… O te empujan al lado derecho de la acerca porque vas por el izquierdo (aunque haya sitio suficiente), o te pisan en la cola y para pasar por delante (lo de las colas en alemania es mítico). No insultan, no, ni se recochinean, pero cuando quieren hacerte sentir una mierda, saben perfectamente cómo hacerlo sin darte razones obvias para soltarles un par de verdades.

  • Reply mamadejulio 14 junio, 2010 at 21:04

    Me repito, la gente es una maleducada, verguenza ajena hubiera pasado yo. Lo del uso del ascensor me pone de los nervios, lo sufro todos los dias q llevo al peque a Madrid,no siempre, pero algunas, la mayoria señoras mayores, se colocan en la entrada del ascensor, a veces de la mala ostia q me entran, arramplo y consigo q se echen pa atras, joer, lo hacen para salir antes cuando llegan a su destino. No obstante hay de todo, a mi cuando estaba embarazada, siempre me cedieron el asiento y ahora con el carrito mas de una vez me han dicho q si me queria sentar.

  • Reply Esther 15 junio, 2010 at 08:15

    Me pasó parecido en Cornellà el fin de semana, sin llegar a ser tan ceporros, gente que en el ascensor se metía sin necesitarlo, parejas, gente sin carritos ni sin nada, sin verguenza desde luego, y encima te sabe mal decir algo :S

  • Reply LA TETA REINA 15 junio, 2010 at 11:07

    Pues yo la monto…, ya les hice una vez a unos bajarse del ascensor para que entrara una mujer con un carro. Y no dijo ni "mu" nadie.
    Pero que gentuza hay por el mundo suelta. Coño!

  • Reply Caro 15 junio, 2010 at 15:12

    Yo también soy proclive a 'expresarme en voz alta' o montarla… pero con la situación como la cuenta Belén, con los niños delante y el propio, dormido, a lo mejor también me había cortado. Pero esa gente necesita que alguien les pare los pies, lo mismo que el día de mañana alguien se los tendrá que parar a sus hijos.

    Mi guerra está frecuentemente en las aceras estrechas, donde mucha gente piensa que debo bajarme y subirme yo a la carretera con una silla y un bebé. Así que cuando alguno se emperra en ir por dentro, yo también y acabamos en la situación esa de las pelis de acción que va un coche contra otro a ver quién se aparta primero. Generalmente se aparta todo el mundo, pero alguna bruja se me ha parado y quedado mirando, y ya le he tenido que decir '¿No ve usted que llevo una silla?'. Me fulmina con la mirada y pasa por al lado, seguramente echándome un mal de ojo …

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