Como uno ya no sabe qué hacer con el niño. ayer tarde nos cruzamos Madrid para que se divirtiera un poco. Para ello utilizamos la (archiconocida, peligrosa, liosa y carísima) M-30. No nos gusta mucho utilizarla y solemos ir por caminos alternativos, que de eso también hay en esta ciudad. Así que el peque no se la conoce mucho. Como sabéis está llena de túneles, largos y cansados túneles.
Regresábamos ya a casa, inmersos en uno de los interminables túneles cuando mi niño nos dijo:
– Mamá, ¡¡el túnel no nos deja salir!!.
Efectivamente, eso parecía, que no nos quería dejar salir. Qué poco me gusta la M-30.
¿Qué tal el puente? Espero que ya todos estéis de regreso.
8 Comments
Me sumo al odio a la M30, y creo que mi marido opinaba como tu peque la última vez, a pesar del gps la m30 no nos dejaba salir jajaja
Jajajajajaja que bueno, si es que entre lo largos que son y lo despacio que hay que ir por ellos se hacen interminables
Joo pues será cosa de no vivir en Madrid, pero a mi la M-30 y la M-40 me parecen el novamás, os daba yo a vosotros (a tu hijo no, que me cae mejor. Jeje) una carretera de dos carriles en el que el derecho esta siempre para las incorporaciones… ah! y muchos muchos semáforos, por eso de dar color a la cosa.
Vamos que donde se ponga una buena circunvalación…
Lo del tunel laaargo laaargo lo siento yo con los semáforos, que como están mal programados (o bien, vete tu a saber) te pillan todos y entonces SI que tienes la impresión de que no te dejan salir.
Jajajaja,qué ocurrencia! Vuelvo a repetirte que tienes un niño muy espavilado.
Ya te digo yo que hay veces que los túneles se hacen interminables y mucho más si llevas en el asiento trasero a un enano que se empeña en demostrar lo bien formados que tiene los pulmones!
Qué majo tu hijo!
No me extraña, pobre!, a mi también me parecen interminables y eso que casi no la uso.
¿que bueno!, el puente bien en casa, casi todos los días lloviendo!